Desde que Alba Carrillo rompiera su relación con el tenista Feliciano López y decidiera empezar a vender su vida privada en los medios de comunicación por fascículos, casi todo en su vida parecen ser números. Al menos según se ha venido publicando en los distintos medios de comunicación en relación al caché de la modelo y los precios de sus intervenciones, entrevistas y participaciones en programas.

La última gran noticia que ha llevado incorporado su nombre, la del 'falso abandono' de Supervivientes 2017, no es una excepción. En este caso se hablaba de la penalización de 100.000 euros a la que ésta se enfrentaba en el caso de 'marcharse por la puerta de atrás' del reality show de supervivencia de Telecinco, que pudo decidir a cuerpo de rey en un hotel durante tres largos días de reflexión.

Finalmente, y después de haber mantenido una serie de reuniones con gente del programa y ser convencida de lo cara que le podría haber salido la 'jugarreta' de dejar sin otra concursante al reality show, ésta decidía continuar, contra su propia voluntad y la de su madre, por una cuestión, eso es, económica.

Tal y como se ha venido publicando en distintos medios, como por ejemplo 'El Español', que tan bien contaba este frustrado abandono, el salario de la ex participante del talent show de Cuatro 'Supermodelo' habría sido pactado por contrato en la cantidad de 26.000 euros a la semana.

Eso supone que, haciendo cálculos, después de tres semanas en Honduras, de haber vuelto sin esperar a que fuera la audiencia la que la mandara en el primer vuelo destino al aeropuerto Adolfo Suárez - Madrid Barajas, la deuda contraída con el programa hubiera sido de 22.000 euros.

Es decir, una experiencia de perder dinero... y mucho.

A diferencia de lo que se había venido especulando, según distintas fuentes como la del citado periódico, su madre no habría cobrado un caché conjunto con su hija, siendo el salario de Lucía Pariente hasta su abandono de 6.000 euros semanales, incluyéndose en distintas cláusulas que éstas concursarían por su cuenta, no unidas, y que posibles abandonos o penalizaciones no se aplicarían en conjunto, bajo ninguna circunstancia.

Como ven, una serie de números, contratos y, en definitiva, cantidades que se mueven en las cuentas corrientes, que han convertido a Alba Carrillo en todo un personaje estrella de los medios de comunicación. Eso sí, no de los especializados en moda... sino de los que versan sobre la actualidad rosa.