Cuánto han cambiado las cosas desde que hace apenas una semana Kiko y Gloria Camila firmaran el primer "chubasconing", es decir el "edredoning" bajo un chubasquero, en plena isla después de haber confirmado ante toda la audiencia que ese picorcito que a todos nos aprieta de vez en cuando no tiene por qué menguar con el hambre, el calor y las situaciones límite.

Desde entonces, aunque no creamos que como consecuencia de ello, lo cierto es que tanto el ex participante de Mujeres y Hombres y Viceversa como la hija de Ortega Cano han tenido más encontronazos de los debidos, siendo el último con la aparición estelar de Paola Caruso, el que ha servido para poner más tierra de por medio entre ambos de la que jamás pudiéramos imaginar.

Todo ha venido marcado por la mala malísima relación que Glorica Ca guarda con la miss italiana, de quien no quiere saber nada después de los encontronazos por la comida y los enfrentamientos que estas han tenido desde que la transalpina se convirtiera en zombie, pasando a ser la marginada / apestada oficial de la edición.

Después de su último encontronazo, en el que la hija del matador sintiera que Kiko no le había apoyado y defendido lo suficiente, esta no pudo llevarse un chasco mayor que el ver cómo Kiko estaba entablando una charla de lo más amistosa con Paola, lo que hizo saltar a Gloria Ca que, ni corta ni perezosa, le espetó que dejase de charlar con la zombie, ¿se imaginan que la prohibición se hubiera hecho, al revés, es decir, de Kiko a Gloria?

¡La que tendríamos todos pidiendo la expulsión por machista del "viceverso"!

Pues bien, como era de esperar, a semejante advertencia, Kiko, que otra cosa no, pero personalidad le sobra, no dudó en parar los pies a su chica reprochándole su tono y que le acusara de "falso", lo cual además se hizo en público y con todos los compañeros de estos en la Palapa delante.

La respuesta no fue menor.

Cansado de su distanciamiento, de las malas caras y de los reproches, éste le amenazó con mandar su relación a tomar por donde la espalda pierde su nombre si ésta volvía a llamarle "falso" y realizarle semejantes avisos sobre con quién debe y no debe hablar: "La próxima vez que me llames falso, tú y yo hemos terminado", finalizó Kiko, antes de irse a la otra punta.

Desde entonces la cosa se ha entibiado hasta tal punto que son muchos los seguidores del programa que creen que, cuando una pareja se lanza una advertencia de su final, la relación está ya muerta y a la espera de la bronca que confirme la amenaza. Si la ruptura se produce en Supervivientes 2017 será la crónica de una muerte anunciada.