Susana Díaz fue la invitada estrella en el día de ayer de El Programa de Ana Rosa. Y lo decimos así porque parecía un encuentro hecho a su medida. El formato perfecto donde pudo disfrutar de los minutos suficientes donde explayarse, con esa habilidad tan suya de usar muchas palabras para decir muy pocas cosas.

Una mesa más parecida a una reunión de amigos, con un Eduardo Inda totalmente entregado al halago, que a una entrevista periodística dirigida a informar. Pero incluso en un formato tan amable como éste, la presidenta de la Junta de Andalucía tuvo que ponerse de perfil en algunos temas, cuando no ocultar algunos otros.

Y son éstos de los que vamos a ocuparnos.Después de que la candidata tratara por todos los medios de adoptar un tono lo más amable posible, acudiendo a sus argumentos habituales que ella es incapaz de hablar mal de ningún compañero socialista; dejó que fuera Eduardo Inda el que se convirtiera en el azote de Pedro Sánchez y comenzara con el discurso de que, de no ganar Díaz, quien perderá será el partido viéndose abocado al desastre.

Una vez más vemos (como vimos en LaSextaNoche el pasado sábado) que Inda se ha convertido en un fiel escudero de la andaluza. Capaz de atacar en su nombre para que nadie pueda acusarla a ella de ser hostil con su compañero.

El tántem continúo algunos minutos sin que ninguno de los contertulios diera por errónea esa dinámica de "si no gana Díaz el partido se rompe", ni preguntarle por las polémicas palabras de hace unos días, cuando decía poder "enterrar en avales" a Pedro Sánchez.

Algo que la realidad vino a desmentir con el recuento final de los mismos, imagino que con estupefacción para la dirigente andaluza.

La Actualidad de la victoria de Macron en Francia se impuso en el debate, donde Díaz aprovechó para hacer un discurso bastante simplista sobre los populismos y sus peligros y fue entonces, cuando de la mano de la periodista Esther Palomera, llegaron los aprietos.

La periodista del Huffintong Post advirtió de la caída de los partidos tradicionales y su cada vez más marcada irrelevancia en el tablero político galo.

Enlazando con la cada vez mayor demanda de participación popular en los procesos de decisiones de los partidos. Para finalizar preguntando a la candidata, cuál es su posición sobre qué papel debe tener la militancia en el PSOE y porqué no hay ningún documento de su candidatura al respeto.

A lo que Díaz sólo pudo contestar con generalidades aduciendo al desconocimiento de los documentos por parte de la periodista (pero sin señalar su existencia) para finalizar con el enigmático argumento de que "la militancia debe estar más presente en el partido pero también más controlada". Es decir, sin despejar cual será el poder de los militantes si ella finalmente se hace con el poder en el partido.

El espacio fue llegando a su final entre chascarrillos sobre la chupa de cuero de la candidata, que conseguía que otro espinoso asunto quedara en el tintero. Y es que, horas más tarde, se conocían los detalles del único debate electoral que se producirá de cara a las primarias. Será el 15 de mayo en la sede de Ferraz y, qué casualidad, se llevará acabo sin la presencia de militantes ni público alguno. Sólo candidatos y medios de comunicación. Algo que no parece muy buen augurio sobre el papel de la militancia en el futuro PSOE.