Acoso escolar. Es esta lacra la que relaciona directamente a Jaime Peñafiel con el actual rey de España, don Felipe VI. Si bien ambos fueron víctimas de bullying en su infancia, cada uno adoptó una estrategia de combate diferente: mientras que el periodista optó por plantar cara a sus acosadores, el soberano se decantó por adoptar una actitud más pasiva ante una lacra que a día de hoy continúa ensombreciendo las vidas de muchos jóvenes.

Hace poco tiempo, Peñafiel concedió una entrevista a la conocida revista Pronto, en la que reveló que Felipe VI fue objeto de bullying por parte de otros escolares durante los años que estudió en el colegio Los Rosales.

En una ocasión, sus compañeros lo encerraron dentro de un armario. No se sabe lo que pudieron llegar a decirle, pero lo cierto es que el por aquel entonces príncipe heredero no salió hasta que fue encontrado por los responsables del centro. El periodista pone en boca del rey de España la siguiente declaración: “Había días en que iba más a gusto que otros. Dependía de lo que allí me esperaba”. Lo que seguramente no se esperaba don Felipe es que episodios similares se volviesen a repetir años después: una vez dentro de la Academia Militar, sus compañeros le dieron la bienvenida con las novatadas de la serpiente y el pichón

Por su parte, Jaime Peñafiel asume sin tapujos que ya desde pequeño era lo que podíamos llamar “un niño raro”.

Según ha informado en el programa Hora Punta, conducido por Javier Cárdenas, su excéntrica vestimenta, consistente en un traje negro y corbata como atuendo para la escuela, le granjeó el acoso de sus compañeros. No obstante, el periodista plantó cara a base de “Dientes, dientes, que eso les jode”. Aficionado a hacer novillos, Peñafiel se ausentaba continuamente de la escuela poniendo como excusa la muerte de algún familiar, triquiñuela que tuvo que desechar una vez que sus padres fueron al centro escolar y recibieron el pésame de los profesores.

Es sabido que el monarca español no tiene al periodista granadino como santo de su devoción, postura que encuentra justificación si reparamos en lo mucho que Peñafiel ha cargado contra doña Letizia y contra el propio Felipe, a quien llegó a considerar como carente de la preparación suficiente para tomar el relevo en el trono español tras la abdicación de don Juan Carlos. No obstante, el tiempo ha demostrado que Peñafiel erraba en sus suposiciones, pues los reyes están trabajando mucho y bien, cosa que el pueblo saber valorar y reconocer.