Alyson Eckmann se convirtió en la séptima mujer que gana Gran Hermano de forma seguida sumando las ediciones de anónimos y VIPs. Tras una noche larga tanto para sus seguidores como para los de DANIELA BLUME, Jordi González gritó su nombre y el plató y las redes estallaron subiéndola a lo más alto. Por tercera vez en el formato de famosos, la audiencia del programa demostró su grandeza al no quedarse con ese argumento tópico y absurdo de que "tiene que ganar una española" para preferir premiar a alguien que, más allá de haber hecho un gran concurso, encontró en España su tierra de acogida y la ama tanto como cualquier persona nacida aquí.

La americana demostró haberse ganado el corazón de los espectadores con su forma de ser. Todo está dicho sobre ella, tanto lo positivo como lo negativo, y su personalidad ha llenado artículos prácticamente desde el inicio del reality. Alyson ha recuperado la esencia del formato con sus altibajos emocionales y su espontaneidad, su falta de miedo al qué pasará mañana y ha sido premiada por ello, calando en lo más hondo de quiénes aman GH más allá de carpetas y amoríos.

La noche fue larga y, tras la llegada de ambas finalistas a plató, durante prácticamente una hora el programa estuvo centrado en Daniela, culminando con Jordi González mostrando los blogs de la exlocutora de radio en los que se obviaron las partes más duras de forma incomprensible, como el ya célebre "carapolla" que le dedicó a su rival semanas atrás.

Escuchar "La audiencia ha decidido que la ganadora de GHVIP5 sea Alyson" confirmó que probablemente hace semanas que el programa detectó la fuerza en cuanto a votos de su gente, de la audiencia que la ha apoyado, y tuvo que equilibrar la balanza de alguna manera convirtiendo a la americana en la hermanastra mala de la Cenicienta.

Sin embargo ha acabado consiguiendo lo contrario, ya que el porcentaje final, aunque no ha sido revelado oficialmente de forma incomprensible, probablemente esté cerca de la ventaja que consiguió Laura Matamoros sobre Carlos Lozano el año pasado y también de la de Bea Retamal sobre Meritxell Prieto en GH17. La indignación por la desigualdad vivida en la recta final del concurso ha alimentado el poder de convocatoria de las Banderitas y las ganas de votar de una audiencia con criterio propio que no ha comprado la trama que el programa ha creado con Daniela como mártir.

La segunda mitad de la gala estuvo protagonizada de forma irremediable por la personalidad indomable y arrolladora de Alyson, que se comió el plató ante una Daniela mucho más cohibida que veía como las reacciones del público indicaban que el maletín se le estaba escapando. Aly tocó el cielo con las manos incrédula cuando Jordi González dijo su nombre y la bandera americana ondea ahora en su honor.

Y es que si ha ganado GHVIP5, al margen de por su carisma y su naturalidad, ha sido por el enorme trabajo que sus seguidores y seguidoras, las Banderitas, han hecho durante dos largas semanas, día tras día, con sus retos de recargas y las lluvias de votos nocturnas. Pese a la fuerza de los melocotones, las Blumers y Blumettras con apoyo brasileño incluido, la balanza fue decantándose a favor de Alyson "day after day after day", que finalizaba cada día con más votos que su contrincante en Twitter hasta culminar esta noche con más 2000 de ventaja solo en la red social (37754 contra 35598). Sin embargo la diferencia entre ambas no sobrepasó nunca el 5%, por lo que la audiencia no organizada, los galeros, confirmó la tendencia de las redes sociales y la aumentó aún más hasta hacer que la disputa final no haya estado igualada en ningún momento pese a los intentos iniciales de GH de que eso sucediera.

Las banderitas han hecho que Alyson toque el cielo con las manos para que se dé cuenta de que la gente la quiere y deje atrás su complejo de inferioridad, demostrando la fuerza de un equipo que sufrió con ella en sus galas más difíciles, en las que GH hizo que se enfrentara a su peor cara de forma desigual. A los seguidores de la americana cada golpe los ha hecho más fuertes y jamás se han rendido, con la humildad como arma contra la prepotencia de quiénes daban por ganadora a Daniela hace semanas.

Si Alyson ha ganado ha sido gracias a la constancia de ese trabajo y a la sensación de que a ella sí que la hemos conocido plenamente como espectadores. Con su rival siempre nos quedará esa sensación de que fue Daniela durante tres meses y no Alexandra, una versión perfectamente diseñada por ella que apenas se ha resquebrajado en algunos momentos.

Aún así, su concurso ha sido excelente también.

La magia de Alyson reside en que, si ahora el futuro concursante de GH18 pretende repetir su receta del éxito para llevarse el maletín, por mucho que intente imitarla jamás lo conseguirá, algo que sí podría hacer con Daniela.