La prueba semanal ha sido el tema polémico de la semana. Irma Soriano y Emma Ozores nominaron a DANIELA BLUME y fueron rotundas al denunciar el motivo era que había empujado a Elettra Lamborghini. Ya lo habían sido el día anterior, al criticar incluso en exceso tal acto. Sin embargo, tras la gala 13 de GH VIP de este jueves, y después de una extendida visita al Confe, Irma se encontró con la catalana y con Marco Ferri y se sentó a hablar con ellos.

Alexandra, que ha puesto la directa hacia la final, no titubeó a la hora de preguntarle a Irma hasta en tres ocasiones si de verdad consideraba que era tan fuerte el empujón que había dado a Elettra.

No encontró respuesta. Irma eludió la pregunta hasta que acabó negando que ese hubiera sido el motivo de la nominación, algo que pudimos ver claramente en directo y que es ridículo no admitir. Después de eso, trató de salvar su pellejo argumentando que no estaba de acuerdo con el juego sucio de Elettra durante la prueba.

Estoy seguro de que la presentadora piensa que la italiana no ha sido legal ni deportiva a la hora de hacerse con el privilegio. Lo ha demostrado en algunas reacciones de esta semana. Sin embargo, lo ha disimulado bien cuando Elettra se ha sincerado con ella mientras Irma asentía y sonreía y en ningún momento llegaba a ser contundente defendiendo la postura que sí que sostuvo con vehemencia ante Marco y Daniela.

La dupla, después de que Irma se marchara a dormir, no dudó en reírse de la situación y considerar que no es consecuente ni coherente porque le tiene miedo a Elettra o porque no quiere ganarse enemigos en su rumbo a la final. Ciertamente, lo ha conseguido, pero demasiado lastrada como para superar la quinta o la cuarta posición.

Una concursante con un gran defecto pero muchas virtudes

Irma lleva batallando desde el inicio del concurso contra su falta de coherencia a la hora de ser consecuente con su pensamiento en situaciones difíciles.

Aun así, ha conseguido llegar a la final de cinco de Gran Hermano VIP 5.

La presentadora, que acudió a Paolo Vasile en busca de una oportunidad en Mediaset España como ya hiciera Carlos Lozano, queda lejos de la coherencia que desprendió el ex presentador de Operación Triunfo en cada una de las batallas que libró en GH VIP 4 y que, aunque no fue suficiente para hacerse con el maletín en la final, le sirvieron para cumplir su mayor objetivo: volver a presentar un programa de televisión en España.

Ese es el objetivo real de Irma, cuya capacidad comunicativa es innegable y la hace merecedora de tener su propio espacio en la parrilla de televisión nacional. Nada que objetar sobre su capacidad de entrega en las pruebas y sus ganas de seguir adelante en todo momento.

Además, es una concursante GoPro. Una espectadora que vive el reality en primera persona y que nos muestra desde dentro una óptica diferente de lo que sucede, muchas veces cayendo en ese marujeo tan español, siempre al lado de su Sancho Panza particular, Emma Ozores. Sus radios nos ofrecen una maestría a la que no estábamos acostumbrados en Guadalix.

Irma es una doña Quijote cuyos molinos de viento son las situaciones difíciles y dividas donde toca afrontar lo que se piensa y lo que se ha dicho. Ayer lo volvió a demostrar una vez más.