El tema de las bromas dentro de la historia de Gran Hermano no es ninguna novedad, pero lo cierto es que algunas de estas gracias se han ido acercando al mal gusto y a la vulgaridad más absoluta. Recordemos los pañuelos de mocos restregados sobre la cama de un compañero, los escupitajos en vasos ajenos o acciones como echar sal al agua, mojar camas de otros o mancharlas con harina y huevos. Los participantes en las distintas convivencias han demostrado mucho ingenio, pero poca variedad en estas bufas, ya que siempre acaban rozando lo escatológico.

En la edición de GHVIP5, Aless Gibaja y Elettra crearon una caca ficticia y simularon encontrársela en el jacuzzi. Esta vez, la broma no ha sido ficticia y ha sido Aída Nízar la responsable de dejar conscientemente un regalo envenenado en el baño.

Toda la historia comenzó con una idea de Aylén, pues fue la argentina quien propuso a Elettra manchar el baño con cacao para fingir que alguien lo había dejado sucio. Mientras ambas chicas se encontraban encerradas en el baño, llegaron Aída y Daniela, quienes les pidieron que salieran porque necesitaban entrar. Para no se pilladas, Aylén fingió estar llorando y contándoles sus penas a la italiana. Por supuesto, Aída enseguida caló a las bromistas y les pidió que la dejaran entrar.

Al encontrarse el panorama del baño, Daniela y Aída se enfadaron bastante con la situación y aprovechando que la vallisoletana tenía que ir al baño no dudó en responder con algo que dejó atónitos a todos los habitantes de la casa.

La mujer que habla con Dios decidió dejar el suelo del baño lleno de papeles manchados de restos fecales, ya que consideró que la broma escatológica de Elettra y Aylén merecía una respuesta aún más desagradable. Esta situación, que Aída y Daniela han defendido como broma en respuesta otra broma, ha creado más tensión dentro de Guadalix y acabó con una gran bronca entre Elettra y Daniela.

Igualmente, Aída tuvo un fuerte encontronazo con la italiana antes de su partida rumbo a tierras brasileñas.