“En la guerra como en el amor no hay reglas”. Así reza un dicho con el que se trata de explicar que en las situaciones límite, cuando la razón pierde el control y se apodera de los actos la parte más primaria del hombre es complicado tratar de entender tanto lo que a uno le sucede como las formas empleadas para acometer sus actos.

Esto es lo que se desprende del último capítulo de la batalla mediática y judicial que están teniendo en estos momentos tanto la colaboradora estrella de Telecinco, Belén Esteban, como el que fuera su manager durante casi toda su vida y ex concursante de Gran Hermano VIP 5, Toño Sanchís.

Este último, nuevo colaborador del programa de Ana Rosa, en la misma cadena que le da de comer a su nueva enemiga íntima, no ha tenido reparo alguno en meter a la hija que Belén tuvo con Jesulín de Ubrique para explicar la supuesta ruina de la de Paracuellos.

Ni corto ni perezoso este involucraba a la menor de edad calificándola como “la nómina” de la Esteban en relación al ¿mercadeo? a la que esta habría sido sometida por su madre citándola en muchas de sus apariciones televisivas en los que hablaba de su vida privada, de la relación con el padre de su hija, y también en la relación de su actual pareja con la ya no tan pequeña Andrea Janeiro.

Algo que ha llevado a los compañeros de programa de Belén a sacar la cara por ella con el presentador del espacio diario y del Sálvame como estilete, Jorge Javier Vázquez, quien ha calificado como “mezquino” a Toño por la forma en la que este se ha referido a Andres, después de lo que este había asegurando que la quería cuando todo era estupendo entre él y su madre.

Sin adjetivos para “calificar algo tan sucio”, así como “sin palabras para calificar la catadura moral de Toño” son algunas de las cosas que salieron de la boca del catalán quien le ha advertido que para atacar a su madre está dejando “en muy mal sitio a Andreíta”.

La guerra entre ambos todavía está en fase inicial y ambos se están guardado cartas muy golosas con las que destruir a su adversario. El asunto promete seguir dejando muchos titulares. En el amor como en la guerra, ya lo saben, no hay reglas.