Durante más de 3 siglos todos los habitantes de Europa (desde Dublín hasta Kiev) vieron perturbadas sus vidas por la 'violenta' irrupción histórica de un pueblo cuyo nombre se susurraba 'temblando' alrededor de las hogueras medievales. Se hablaba de gigantes que portaban espadas y hachas enormes que eran capaces de partir en dos a un hombre de un solo tajo. Se trataba... de los vikingos.

La verdadera historia del rey vikingo

Si hay alguna figura histórica que debemos de recordar de los vikingos esa es la de Ragnar Lodbrok (Ragnar calzas peludas). Ragnarr Loðbrók Sigurdsson (755 - 865) es recordado en la tradición escandinava como un rey guerrero valiente y despiadado.

Fue el encargado de dar el 'jaque' a la Europa del siglo IX (especialmente a Inglaterra y Francia). Junto con su prole, el rey de Dinamarca y Suecia, lideró al ejército pagano dominando gran parte de Inglaterra y consiguió dejar en la Historia las incursiones y conquistas más conocidas en Europa (existen escritos que dan por verídico de que por el año 845, Ragnar Lodbrok y los vikingos entraron a Francia).

Hijo de Sigurd Hring y de su primera esposa Alfild, Ragnar calzas peludas se hizo cargo del gobierno y legado de su padre a la edad de 15 años. Su padre era incapaz de ganarse el respeto por culpa de la multitud de enemigos cuyas necesidades descuidaba en pos de la conquista y la guerra. Pero esto no fue problema para el joven.

No fueron pocos los que intentaron invadir sus territorios con el pensamiento de que éste era sólo un niño. Pero Ragnar era muy listo y siempre pensaba con varios movimientos por delante. De esta manera, consiguió defender sus ciudades con éxito, y se le empezó a considerar como un 'héroe enviado por los dioses'. ¡Él mismo creía que descendía directamente de Odín!

Sin embargo, cuando su padre murió, Ragnar subió al trono y se convirtió en rey (ca. 840). Sus sueños traspasaban su reino y pronto comenzó a navegar hacia lugares que le proporcionarían recursos y tierras valiosas. Fue así como comenzó el 'terror en Europa'. Los mares europeos empezaron a ser testigos de los 'drakkars' (barcos vikingos).

Las costas inglesas fueron saqueadas primero. Nuestro hábil estratega tenía la costumbre de atacar durante las celebraciones religiosas cristianas, para cazar a los soldados por sorpresa mientras éstos rezaban. Poco a poco, su fama como cruel pirata despiadado comenzó a crecer y crecer.

Pero nuestro héroe del norte también era un hombre de varias mujeres. Lagertha, Thóra y Áslaug, entre muchas otras que la historia esconde. La última de ellas, Áslaug, le entregó 4 hijos, que llegaron a convertirse en maravillosos guerreros y exploradores como su padre: Ívar, Björn, Hvítserk (Halfdan) y Rögnvald (Ubbe).

Muerte

Tras su cruel desfile por Francia, en 865 decidió partir hacia Northumbria (noroeste de Inglaterra) con dos grandes barcos.

Tras su desembarco, fue derrotado por el rey de los anglos, Ælla, quien no quiso tener ninguna piedad con el vikingo y lo arrojó a un pozo lleno de serpientes venenosas. Sus últimas palabras antes de entrar al Valhalla fueron que sus hijos vengarían su muerte.

¡Y así ocurrió! Ælla fue derrotado por los hijos de Ragnar, quienes le sometieron al tormento del 'Águila de Sangre', en donde se abre a hachazos la carne de la espalda formando algo como dos alas de águila, y acto seguido se levantaban las costillas para que los pulmones cayeran al suelo, produciendo un ruido similar a un 'aleteo'.