El ‘universo Sálvame’ ha llegado a cotas de bajeza y mal estilo que no tienen parangón. Ayer Matamoros logró que Lydia Lozano se sintiese humillada de nuevo a costa de un cotilleo sobre un supuesto ‘juego de amigos’ ocurrido en un ascensor y protagonizado por Lydia Lozano y él junto con su ‘ gran amigo’ José Javier Ortega, casualmente primer marido a Marian Flores, que ha decidido ganar todo el dinero que pueda aireando su corta vida conyugal con la ex Mujer de Kiko Matamoros.

El hermano de Coto Matamoros da audiencia, por supuesto, pero no por eso deberían darle patente de corso para que suelte por la boca comentarios tan irrepetibles por vergonzosos y humillantes para una mujer y si en ‘Sálvame’ no lo pueden decir con las perlas que sueltan cada tarde, hay que temerse lo peor y por peor entendemos el inventarse anécdotas sexuales o en contarlas porque si, algo muy machista e indigno de un ser humano mínimamente evolucionado.

En un momento de máxima euforia de los que este personaje acostumbra y que alterna con otros de gran compungimiento y ojos llorosos según sople el viento (hoy mismo sin ir más lejos) se vino arriba y amenazó a su compañera con contar ‘lo del ascensor’. Al parecer cuando eran adolescentes Lydia, Matamoros y el nuevo personaje a quien el colaborador ha llevado de la mano a ‘Sálvame’ para que diga lo que él no se atreve a decir respecto a la madre de sus hijos, aunque lo niegue, fueron amigos.

Paz Padilla y Kiko Hernández fueron los receptores y pudimos ver a Matamoros riéndose mientras los hacía partícipes de la ‘confidencia’ que Belén Esteban calificó de ‘muy sucia’. De todos es sabida la incontinencia verbal de la presentadora que ayer afirmaba no poder repetir lo que había oído.

Hernández y Esteban insistieron y se llevaron aparte a Lydia para que supiese lo que Kiko contaba. Mientras tanto Padilla ponía caras y apostillaba para que nos enterásemos todos de que iba la anécdota: ‘No quiero decir nada pero era un juego de amigos en un ascensor, algo así como una piragua’.

La cara de Lydia Lozano era un poema pero no lloró, aunque si expresó su deseo de no volver a sentarse junto a su ‘enemigo íntimo’ nunca más: ´A mí me gustaría que un señor viniese y dijese eso de Makoke´ y añadía: ‘Makoke, tu marido es un impresentable´ mientras lo increpaba: ‘Habla así de tu mujer´.

Hoy y en presencia del ‘dueño del cortijo’ Matamoros ha reculado pidiendo perdón, algo a lo que también nos tiene acostumbrados y que suena a falso, sobre todo si lo dice sin mirar a Lydia a la cara y si lo hace sin negar lo que dijo. Como siempre una de cal y otra de arena.

‘Sálvame’ siguiendo con su política de engaño al espectador, ha cebado durante toda la tarde la presencia del ‘amigo’ de Matamoros para hablar de ‘lo del ascensor’.

Nada más lejos de la realidad. Lo han enfocado durante casi cuatro horas para luego salir y contar una mentira más, esta vez sobre quién lo ha llevado al programa.

Se han limitado a desenmascararlo en este punto, pero sobre la posible calumnia a Lydia Lozano han decidido correr un tupido velo y con ello dejar en el aire la sombra de la sospecha. ¿Hasta cuando la audiencia seguirá fiel a un programa que engaña y fagocita sin piedad a propios y extraños? No tenemos la respuesta.