Si hace unos días nos hacíamos eco de la filtración de los sueldos de los principales presentadores de la televisión, con Pablo Motos y Ana Rosa Quintana como los mejor pagados con un salario de cuatro millones por temporada, hoy seguimos desengranando las cifras de los colaboradores más famosos del programa más importante del corazón en nuestro país: Sálvame.

Con uno de los presupuestos más altos para su producción, tanto la versión diaria de Sálvame como la de Sálvame Deluxe consumen cada semana alrededor de 800.000 euros, cifra que según el blog del portal televisivo Formula TV recogería todos y cada uno de los gastos de Sálvame diario, con entre 70.000 euros y 80.000 euros por programa, y los alrededor de 400.000 que supondría la edición especial y nocturna, el Sálvame Deluxe.

Una gran parte del presupuesto, como no, se la llevan el presentador, que cobraría según estas informaciones tres millones de euros, y los colaboradores, que se dividirían en dos escalafones: Por un lado Belén Esteban, y por otro el resto. Por último, habría que agregar gastos de invitados y del resto de trabajadores que hacen posible su emisión.

En cuanto al sueldo de Belén Esteban, estas informaciones apuntan al millón de euros por temporada en el peor de los casos y al millón dos cientos mil en el mejor, como apunta 'Qué Me Dices!', convirtiéndose así en la colaboradora mejor pagada de la Televisión en España.

En relación al resto de colaboradores, estos cobrarían por programa entre 700 y 900 euros brutos, es decir, 9.000 aquellos que acuden tres veces por semana al plató de Sálvame diario y 16.000 los que suman los cinco días de emisión de este espacio televisivo.

Una cifra que se multiplica por tres para aquellos colaboradores que acuden a trabajar también a Sálvame Deluxe, ya que allí, con una sola presencia cada uno de ellos se estaría embolsando 2.500 euros brutos, por lo que aquel que sume los cuatro Deluxe que se emiten al mes más otros tres días de presencia en el diario se estaría llevando más de 20.000 euros brutos. Ahí es nada.