¿Realizas ejercicio levantando peso y sientes que las piernas no te acompañan? ¿Corres habitualmente y te notas débil? En ambos casos, es muy posible que el responsable sea un core o zona media poco tonificado.

Los abdominales oblicuos, el recto abdominal, el Suelo pélvico, el diafragma, los abdominales multífidos y el transverso abdominal componen nuestro núcleo o zona media. Pese a su carácter decisivo en nuestro bienestar, especialmente si realizas ejercicio con regularidad o eres mujer, el core es el gran desconocido y, por ello, olvidamos incluirlo en nuestras rutinas de entrenamiento.

Por qué fortalecer el núcleo

¿Qué músculos crees que están implicados al realizar un chut en futbol o un remate de cabeza? En el primero, parece clara la participación del cuádriceps y de los isquiotibiales, pero ¿nada más? Al igual que en el remate de cabeza, además de los músculos del cuello y de las piernas, la musculatura de la zona media del futbolista debe estar debidamente fortalecida para perfeccionar la técnica y optimizar su acierto goleador.

Los músculos comprendidos entre abdomen, caderas, glúteos y zona baja de la espalda representan nuestro centro de gravedad, nos sostienen y salvaguardan órganos, como la vejiga o el recto, que se hallan desprotegidos.

Un core tonificado reduce nuestro gasto calórico, mejora el rendimiento deportivo, corrige malas posturas y fortalece nuestras extremidades previniendo las lesiones e incrementando nuestra estabilidad y resistencia.

En el caso de la mujer, debemos añadir que los embarazos, sobre todo, si son gemelares o muy seguidos en el tiempo, debilitan el suelo pélvico dando paso a las temidas pérdidas de orina, el descolgamiento del útero e, incluso, a molestias durante las relaciones sexuales. Acostumbrarse a realizar entrenamientos específicos para esta zona, como los ejercicios de contracción y relajación de Kegel, resulta fundamental para esquivar estos inconvenientes y fortalecer la musculatura de la zona baja del abdomen.

Reducir grasa

Además de los conocidos como ejercicios hipopresivos para ejercitar el suelo pélvico, existen otros muchos orientados a quemar la grasa acumulada en la zona abdominal. Solo necesitarás hacerte con algunos de los accesorios típicos del fitness o de Pilates como son el fitball o el bosu.

La postura de la V invertida, el levantamiento del tronco con las piernas erguidas formado un ángulo recto o el mantenerte apoyado lateralmente sobre el fitball durante unos minutos, son algunos ejemplos de lo que puedes llegar a obtener de una forma sencilla y entretenida.

Y tú, ¿haces algo por tu core?