El cupuaçu o cupuazú es una fruta amazónica utilizada desde hace miles de años por los indígenas para calmar las afecciones respiratorias o los dolores abdominales. Recientemente, un grupo de investigadores ha descubierto un nuevo tipo de antioxidante, presente en esta súper fruta, las teograndinas, capaz de destruir las células enfermas en el cáncer de colon y de combatir el efecto nocivo de los radicales libres, causantes de algunos tipos de cáncer y del envejecimiento prematuro de la piel.

¿Una fruta con sabor a chocolate?

No en vano, esta fruta es pariente directo del cacao.

Para algunos su pulpa, blanca y cremosa, sabe a la mezcla de chocolate y pera o piña.

De aspecto similar al del coco, nos ofrece multitud de nutrientes para embellecer el pelo y la piel. Su consistencia untuosa permite utilizarla como mantequilla, bien para preparar postres o para aplicarla, en forma de crema, directamente sobre la piel o el pelo. Su capacidad de hidratación te servirá para atajar el efecto frizz de la humedad y lucir un cabello brillante e impecable.

Si tienes acné el cupuaçu es tu fruta. Además de proporcionarte una humectación profunda es antiinflamatorio, con lo que remitirán las rojeces y las cicatrices o marcas del acné.

Sus hojas son diuréticas y los indígenas las utilizan para realizar cataplasmas en caso de bronquitis, cataratas o de alteraciones renales para aprovechar su efecto analgésico.

Un tesoro nutricional

Aunque esta fruta es noticia en la actualidad por el hallazgo de los theograndins, un nuevo tipo de antioxidante muy potente en la prevención de ciertos tipos de cáncer o de la diabetes, atesora otros muchos beneficios gracias a su aporte de vitaminas, aminoácidos, ácidos grasos y minerales:

  • Contiene vitaminas A, C, B1, B2 y B3.
  • Sus polifenoles y aminoácidos fortalecen el sistema inmunológico, convirtiéndolo en adecuado para tratar gripes o trastornos respiratorios.
  • Sus acrinas activan la función metabólica ayudándote a equilibrar el estado de ánimo y a mejorar tu memoria.
  • Sus ácidos grasos regulan el colesterol malo (LDL) y lubrican los vasos sanguíneos previniendo los trombos e infartos.
  • Sus semillas facilitan la digestión y preservan la salud del sistema gastrointestinal frente a las diarreas, flatulencias o el estreñimiento.
  • Su pectina, fibra soluble, te saciará lo suficiente para no necesitar picar entre horas y lograr tu objetivo de control de peso.
  • Si vas a realizar deporte te proporcionará una buena dosis de energía, sin la pesadez que la cafeína provoca en algunas personas.
  • A su poder estimulante se le atribuyen cualidades afrodisíacas.

Aunque aún no es muy conocida en nuestro país, no me negaréis que os apetece probarla a la vista de cómo puede cuidarnos. Yo me apunto, ¿y tú?