Siempre me ha gustado mucho el arte. Dedico mi tiempo libre a pintar, tocar la guitarra, cantar... me apasiona quedarme durante horas viendo ilustraciones y pinturas de mis artistas favoritos y si a esto le añado una playlist de Spotify de las que me encantan, entonces ya me vuelvo loca, me traslado a otro planeta y no me doy cuenta ni de que el tiempo pasa.

Pero sobre todo algo que me encanta de esto es descubrir cómo son las vidas de los artistas, qué hay detrás de una pintura escandalosamente surreal o detrás de una canción que me conmueve...

no puedo evitar preguntarme cómo ha hecho el artista para transformar sus pensamientos y emociones en algo tan sumamente mágico con colores y pinceles o notas e instrumentos. ¿Ven la realidad distinta a los demás?

No me cabe la menor duda de que estas personas tienen unas habilidades suprahumanas y que su cerebro tiene que funcionar de alguna manera diferente.

Pues bien, lo que se sabe de la mente de un artista es lo siguiente:

1. Son más sensibles y profundos

Hay cosas que no se pueden expresar con palabras y los artistas tienen una manera estupenda de comunicarlas. Pero para ello han realizado un análisis exhaustivo de la realidad, han absorbido las sensaciones, las emociones y las han plasmado en un lienzo o en una canción.

Los artistas no se quedan en lo consciente y racional, van un poco más allá. Para mí esta habilidad es cada vez más importante en un mundo enfocado al éxito tangible y en el que se nos ha olvidado que sentir es lo que nos hace estar vivos.

2. Guardan una gran disciplina y perseverancia

Para hacer Arte es necesario estudiar, y mucho.

Es necesario conocer las leyes, las normas, las técnicas e ir perfeccionándolo todo y al mismo tiempo encontrar inspiración. Para esto se necesita tiempo y mucha pasión para caerte un millón de veces y volverte a levantar. El genio es un 10% de inspiración y un 90% de transpiración (Edison).

3. Gran capacidad de introspección

Para poder expresar tanto, es necesario tener qué contar. En la mayoría de los casos, los artistas han vivido situaciones duras que les han hecho mirar hacia dentro, autoanalizarse y conocerse a sí mismos. No es necesario haber sido una víctima, pero sí tener esa sensibilidad para conectar con cierto dolor ya sea propio o ajeno.

4. Gran creatividad

En esta vida no sólo hay una única solución posible, hay múltiples caminos y esto te aporta una gran variedad de habilidades, una capacidad descomunal de proporcionar al mundo cosas únicas. Para crear no hay que tener miedo a ser diferente, esa es precisamente tu arma.

5. Una visión más positiva

Me vais a decir que un gran número de artistas acaban suicidándose o con depresión, pero sé a ciencia cierta que mientras crean, mientras hacen arte, mientras disfrutan del arte de otros, las endorfinas se multiplican en cantidades asombrosas.

Cuando ves arte en todas partes, te sientes agradecido y eres feliz.

6. Capacidad de realizar movimientos sociales

Gracias a que los artistas ven el mundo de una manera diferente, no tienen miedo a enfrentarse a las masas y por tanto, tienen la capacidad de mostrar al mundo una visión más justa y más humana, tienen la capacidad de reivindicarse.

7. Gran capacidad de empatía

Cada artista tiene su estilo. En el mundo del arte es maravilloso ver que lo que se refuerza, lo que se premia es que cada uno desarrolle su propia personalidad, su propio estilo, que cada uno sea diferente del otro. Esto es increíble porque las personas aprenden a comprender a los demás, a ponerse en la piel del otro, a respetar y a apreciar lo que tienen que expresar otras personas.

8. Capacidad de auto-terapia

Es muy terapéutico poder plasmar tus deseos y tus miedos, darle vida a eso que sólo existe en tu mente. No hay barreras para la imaginación, con el arte puedes hacer cualquier cosa.

9. Más desarrollo del hemisferio derecho del cerebro

El hemisferio derecho no utiliza mecanismos convencionales para el análisis de los pensamientos. Proporciona facultades viso-espaciales no verbales, se especializa en sensaciones y sentimientos. Integra varios tipos de información y los transmite como un todo. También se encarga de muchas actividades atribuidas al inconsciente.