La miel, un súper alimento

Sabemos que, para los golosos, la miel está riquísima y que nuestras madres nos la daban con un vaso de leche calentita cuando nos habíamos resfriado, pero ¿es realmente tan buena para cuidar el aspecto de nuestra piel? La respuesta es un rotundo SÍ. Su composición rica en enzimas naturales permite aunar la limpieza en profundidad con la nutrición y la regeneración de la piel. Además, al ser 100 % orgánica, carece de químicos y es 100 % idónea para ser utilizada en todo tipo de piel, abarcando infinidad de molestias y alteraciones de la piel.

¿Sabías que ya Cleopatra la utilizaba en sus rituales de Belleza? y como sabes, esta ilustre egipcia estaba muy bien informada sobre estos temas. En la actualidad, la miel es uno de los ingredientes naturales más codiciados por la industria de la cosmética. ¿Por qué será?

  • Sus minerales y vitaminas son indispensables para asegurar la adecuada elasticidad de la piel, además de coadyuvar en la cicatrización de heridas y lesiones cutáneas.
  • Contiene fructosa, glucosa y ácidos alfa-hidróxidos convirtiéndola en un estupendo exfoliante natural. No temas que te irrite la piel, ya que es capaz de eliminar las impurezas y nutrir hasta la epidermis de una sola pasada.
  • Su peróxido de hidrógeno es muy útil para combatir el acné y las manchas en la piel. Utilízala en mascarilla, mezclada con el zumo de un limón, para neutralizar el exceso de sebo y la proliferación de las bacterias responsables de la inflamación.
  • Si todo esto no te parece suficiente, debes saber que la miel está cargada de antioxidantes y polifenoles esenciales para contrarrestar el efecto oxidativo de los radicales libres sobre las células de la piel haciendo aflorar las líneas de expresión y arrugas prematuras.
  • Su acción antibacteriana y antiinflamatoria resulta muy beneficiosa para calmar la sensación de ardor y tirantez tras una quemadura o cuando te has depilado.
  • Su acción antiséptica, además de apropiada para las pieles con tendencia al acné, te ayudará a abrir los poros y despedirte de los puntos negros y espinillas.

¿Conoces estos remedios caseros?

Sus poderosas propiedades multiplican las posibles aplicaciones de la miel en forma de ungüento o mascarilla.

Si tu piel está muy seca y castigada puedes probar a hacerte una mascarilla a base de aguacate, miel y aceite de coco. Machaca el aguacate y mézclalo con el resto de ingredientes. Aplícatelo en movimientos circulares y ascendentes y déjalo actuar unos 20 minutos. Cuando lo retires con un poco de agua templada te sorprenderá lo suave y lustrosa que encontrarás tu piel.

Si eres de las que tienen poco tiempo para todo, esta mascarilla te interesa. Limpiarás en profundidad tu piel mientras la hidratas. Consiste en calentar 2 cucharadas de miel y mezclarlas con un poco de agua (mejor si es mineral) y harina de avena. Déjala actuar 15 minutos y retírala, puedes utilizarla cada 10 o 15 días y lucirás una piel perfecta.

Como ves, la miel es de esos aliados todoterreno a los que recurrir y quedar siempre satisfecha. ¿No crees?