El consumo de tabaco representa un factor de riesgo para varias de las principales causas de muerte en el mundo como son cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón, otros tipos de cáncer entre otras.

Su asociación con estas enfermedades es conocida desde hace más de 50 años, no solo en personas fumadoras, sino que también se ha demostrado su asociación en personas expuestas al humo de tabaco ambiental es decir fumadores pasivos.

El humo de tabaco ambiental, humo ajeno o de segunda mano es el que es liberado del cigarrillo durante la combustión espontánea junto con el que es exhalado por los fumadores.

Este tipo de humo al que están expuestos tanto fumadores como personas no fumadoras tiene la misma composición que el humo que inhalan los fumadores, incluso por el tipo de combustión las cantidades de ciertas sustancias toxicas como benceno y anilina son mayores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2030 las muertes asociadas al consumo de tabaco podrían llegar a 8 millones de personas en todo el mundo cada año. Actualmente estiman 7 millones de muertes al año, de los cuales al menos 890 mil personas no son consumidoras directas de tabaco.

Medidas para disminuir el consumo de tabaco.

En el año 2005 la entro en vigor el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, el cual fue firmado por 180 países.

En 2008 se adoptaron ciertas medidas para lograr cumplir los objetivos del convenio, denominadas MPOWER, las cuales buscan vigilar el consumo y las medidas implementadas (prohibición de publicidad, aumento de impuestos), protección del humo de tabaco a la población, asistencia para el abandono.

¿Qué impacto han tenido estas medidas?

Desde la implementación de estas medidas se ha realizado varios estudios para determinar el impacto que ha tenido en la disminución de la morbi-mortalidad asociada al consumo de tabaco.

Principalmente la prohibición de fumar en espacios cerrados ha tenido un efecto positivo en la reducción de eventos atribuibles al tabaco.

En la revista Española de Cardiología en 2014, a manera de editorial, describen el impacto que ha tenido las leyes del 2005 y 2010 que limitan el consumo de tabaco, la disminución del número de eventos de cardiopatía isquémica principalmente en personas no fumadoras pero expuestas al humo ajeno. De igual manera en estudios realizados en Uruguay muestran una disminución de los ingresos hospitalarios por infarto agudo de miocardio.

Estos y otros varios estudios demuestran la importancia del cumplimiento de estas medidas para disminuir la incidencia de las enfermedades atribuibles al consumo de tabaco, disminuir la mortalidad asociada a estas, bajar costos de atención sanitaria, proteger a las personas no fumadoras de los efectos producidos por este.