Recientemente se ha puesto de moda la expresión <<los 5 venenos blancos>> para hacer referencia a una lista formada por cinco sustancias que se incluyen en la alimentación diaria y que son muy negativas para la salud. Consumidas de forma esporádica no suponen un peligro. Sin embargo, cuando forman una parte básica de nuestra dieta, pueden conllevar serios problemas para la salud a largo plazo y para nuestra Calidad de vida a corto plazo.

1. Sal de mesa refinada

Lo primero que hay que tener en cuenta que la sal de mesa refinada no es la sal natural que se obtiene del mar o de las minas de sal en tierra.

La sal natural es un compuesto que, además del cloruro sódico, lleva otros minerales beneficiosos para la salud (como el yodo, por ejemplo). Sin embargo, la sal de mesa refinada ha sido tratada y desnaturaliza y se compone prácticamente en su totalidad por cloruro sódico. Esto hace que aporte muy buen sabor ya que sala muy rápido los alimentos.

Sin embargo, la sal es una sustancia muy dañina para el organismo y que se vincula con varias enfermedades, especialmente las relacionadas con el aparato circulatorio como son la hipertensión y el endurecimiento de tejidos como las venas y las arterias.

La mejor opción para evitarla es, eliminarla o reducirla lo más posible de nuestras comidas, o sustituirla por sal natural que no haya sido refinada de manera industrial.

2. Azúcar refinada

Sucede algo parecido a lo que pasa con la sal refinada. El azúcar natural es sano (aunque contiene muchas calorías), pero el azúcar refinado está completamente desnaturalizado y desprovisto de nutrientes. Esta azúcar refinada la podemos encontrar en prácticamente todos los alimentos procesados y envasados hoy en día, por lo que se trata de uno de los 5 venenos más fáciles de ingerir.

El azúcar refinado conlleva enfermedades como la obesidad, la caries, desequilibrio de nutrientes en sangre y, especialmente, está vinculada a problemas de páncreas y diabetes.

La mejor forma de sustituir el azúcar refinado es con estevia o melaza que podremos encontrar en algunos supermercados. Es importante tener en cuenta que la melaza no es lo mismo que el azúcar moreno.

La melaza es una pasta de azúcar que se obtiene directamente de la caña de azúcar, mientras que el azúcar moreno es azúcar refinada a la que se le ha añadido un colorante artificial (esto se puede comprobar vertiendo azúcar moreno en un poco de agua y viendo como el colorante pasa al agua y el azúcar se vuelve blanco).

3. Arroz blanco

A pesar de los que pueda parecer, el arroz blanco está desnaturalizado, por lo que lo único que aporta son calorías. El problema es que al quitarle la cáscara también se le quitan todos sus nutrientes y la fibra originales. La mejor solución es sustituir el arroz blanco por arroz integral.

4. Leche pasteurizada

Partiendo de la base de que la leche es un alimento que no es natural al ser humano más allá de la primera infancia, cuando esta está pasteurizada, pierde anutrientes y conlleva daños graves en la salud.

El principal problema que conlleva el consumo de leche y sus derivados es el aumento de las mucosidades en todos los órganos del cuerpo, desde los pulmones y las fosas nasales a los intestinos.

Existe la creencia errónea de que es necesario tomar grandes cantidades de leche por el calcio que aporta. Sin embargo, el calcio se puede obtener sin problema de los vegetales y otros alimentos animales. De hecho, en sociedades como la japonesa o la china, el consumo de leche es casi nulo y no existen problemas de falta de calcio en su población. Para evitar consumir leche se puede optar por bebidas vegetales a partir de almendras o soja.

5. Harina blanca refinada

En este caso, sucede exactamente lo mismo que con el arroz blanco pero a partir del trigo, que es el principal cereal usado en la elaboración de la harina que se consume de forma más habitual. La mejor forma de evitarla es usar harina integral y consumir panes elaborados a partir de harina de grano entero.