En los últimos años se ha puesto de moda la tendencia de construir pequeños huertos urbanos, cuya principal característica, es que se trata de plantaciones de vegetales comestibles que se ubican en zonas urbanas. De hecho, más allá de esta definición, no existe una normativa que defina qué es un huerto urbano. Por ello, los huertos urbanos cuentan con un gran número de posibilidades, lo que va a conseguir que se adapten incluso a los apartamentos más pequeños, lo que va a permitir contar con verduras sanas y frescas a la vez que se protege el medio ambiente. A continuación presentamos una serie de consejos y aspectos que se tendrán que tener en cuenta si se está pensando en construir uno.

1. Seleccionar un espacio concreto y adecuado:

Lo primero que se tendrá que hacer es escoger el espacio donde se va a ubicar el huerto. Por lo general, vamos a encontrar hasta tres tipos de espacios: el jardín, la azotea y la terraza.

Sin duda, el mejor espacio para ubicar un huerto urbano va a ser el jardín, ya que será donde se disponga de más espacio y de más tierra para que las plantas crezcan sanas. Sin embargo, la mayoría de las personas que vive en grandes urbes no cuenta con jardines particulares. Debido a esto, la otra alternativa son las azoteas y las terrazas. La principal diferencia radica en que las azoteas suelen pertenecer a la comunidad de vecinos, por lo que tendrá que solicitarse un permiso a la misma, mientras que las terrazas son privadas y tendremos más facilidades.

Finalmente, en el caso de no contar con ninguno de estos espacios, una alternativa más humilde serán los alféizares de las ventanas, aunque habrá que adaptar el huerto a dicho espacio.

2. Seleccionar las plantas adecuadas:

Un aspecto fundamental a la hora de seleccionar las plantas para nuestro huerto urbano será el tipo de espacio que hayamos seleccionado anteriormente, y la cantidad de sol que llegue al lugar.

Hay plantas que necesitan mucha tierra para extender sus raíces, otras que les bastará con macetas pequeñas, algunas necesitarán luz directa y otras solo un poco de sol a determinadas horas. El objetivo del huerto será que las plantas crezcan sanas y fuertes para que se puedan consumir, por lo que es importante saber escoger las que mejor se puedan adaptar a las características particulares del nuestro.

Por lo general, antes de empezar con vegetales muy grandes, se recomienda hacerlo con plantas aromáticas (albahaca, perejil, tomillo, cebollino, etc.), que son fáciles de cuidar y no necesitan demasiado espacio.

3. Usar tierra vegetal:

La tierra vegetal es el nombre con el que se denomina la tierra oscura que se vende en los comercios destinada a servir de sustrato a las plantas. Esta tierra está especialmente preparada con multitud de nutrientes para conseguir que a las plantas no les falte de nada. Por ello, se trata de una tierra que dará muchos mejores resultados en cualquier plantación que se si usa tierra normal.

4. Cuidados básicos:

Estos cuidados deberán adaptarse a cada especie de planta según sus características particulares.

Entre los cuidados básicos podemos mencionar tres: riego, poda y eliminación de insectos.

El riego va a garantizar que las plantas tengan el agua necesaria para vivir y crecer de forma adecuada. Se puede optar por dos formas de riego, el manual o el programado. El manual lo llevaremos a cabo nosotros mismos con una regadera normal, y requerirá que estemos presentes. En el caso de irnos de vacaciones o de ausentarnos del huerto por cualquier motivo, lo más recomendable será instalar un sistema de riego por goteo programable (los kits se comercializan en la mayoría de tiendas de jardinería y son muy fáciles de instalar).

Respecto a la poda, es importante eliminar de forma continuada y constante las ramas y hojas que estén en mal estado y aquellas partes de la planta que se vayan a destinar al consumo.

Es importante que los cortes se lleven a cabo con una tijera y no tirando directamente con la mano, ya que esto podrá dañar en exceso la planta.

Finalmente, para eliminar los insectos de las plantas, habrá que evitar que la tierra se quede encharcada (lo que propiciaría la aparición de mosquitos) y usar un insecticida natural. No debemos olvidar que estas plantas van a ser destinadas al consumo alimenticio, por lo que no se recomienda usar insecticidas químicos. Existen una gran cantidad de propuestas para acabar con los insectos de forma natural, desde pulverizar agua con jabón natural a pulverizar agua hervida con ajo o cebolla. Además, también se podrá optar por situar plantas que eviten su aparición desde un principio, como por ejemplo la albahaca, que es una planta que la mayoría de los insectos evitarán.