Desde siempre, hemos oído que la sal se trata de unaliciente altamente dañino para nuestra salud, por lo que nuestros padressiempre nos recomendaban no abusar de él en nuestras comidas. Esto no es paramenos, dado que los médicos dedicaron largas horas de sus estudios a investigarlas consecuencias del mismo sobre nuestro organismo cuando no se consumía con moderación.

Sin embargo, de acuerdo con el estudio publicado ayer en Open Heart, consumir demasiado azúcar puedeser peor para las enfermedades del corazón. Según James J. Di Nicolantonio, unaingesta diaria basada en una cuarta parte de azúcares añadidos, triplica elriesgo de mortalidad cardiovascular, siendo esta la ingesta que encontramos encasi una sexta parte de la población estadounidense.

Se estima que casi 200.000muertes al año se deben al alto consumo de azúcar.

Otro dato alarmante es que un alto porcentaje de losadolescentes tanto estadounidenses como británicos consumen más de quince vecesla cantidad de azúcar diaria recomendado.

Por ello, todas las dietas contra la hipertensión, a menudobasadas en la reducción de sal, pueden irmal encaminadas. De hecho, algunos médicos consideran que de tres a seisgramos de sal al día puede ser óptimo para la salud, llegando a ser perjudicial ingerir menos de tres. La clave bienpuede residir en el azúcar añadido de los alimentos, en especial la fructosa.

Este componente, también llamado levulosa, es una forma deazúcar encontrada en los vegetales, lasfrutas y la miel.

Es un monosacárido con la misma fórmula empírica que laglucosa pero con diferente estructura. Todas las frutas naturales poseen ciertacantidad de fructosa (a menudo con glucosa), que puede ser extraída yconcentrada para hacer un azúcar alternativo. Junto con la glucosa forman undisacárido llamado sacarosa o azúcar común.

Por supuesto, este se trata de un estudio reciente que halevantado cierta polémica, debemos esperar a una opinión más genérica de manosde la comunidad médica internacional.