Parece ser que el ida y vuelta con la situación y el futuro de Cataluña, así como el del propio Carles Puigdemont, no tuviese fin. Luego de que en las últimas horas se rumoreara acerca de un posible acuerdo en el sector independentista para que el cuestionado político sea investido como Presidente de Cataluña a través de Skype (se encuentra en Bélgica, prófugo de la Justicia española), finalmente se supo que todo era infundado. Si bien es cierto que tuvo lugar una reunión entre Puigdemont y Marta Rovira, líder del movimiento de centro izquierda (y segundo partido más importante en la región catalana) Esquerra Republicana, no ha habido ningún acuerdo para que Puigdemont asuma el poder desde Bélgica.

Al contrario, los demás funcionarios separatistas le piden que regrese a España, enfrente la Justicia y aclare su situación.

Sin embargo, si hubo un acuerdo en la reunión: se estableció que la futura Mesa del Parlamento esté constituída en su mayoría por miembros partidarios de la independencia de España. A pesar de todo, aquí también hay idas y vueltas: en un principio se había acordado que Carme Fortadell, anterior Presidente, sea la dirigente de la nueva asamblea parlamentaria. Sin embargo, ella sostuvo que no desea volver a ejecutar esa función, principalmente debido a los diversos procesos penales en los que se ve envuelta. El más grave es, sin duda, el de malversación de fondos, sedición y subversión, acusada por el Tribunal Supremo de la Justicia española, cargos que comparte con los demás políticos catalanes implicados en la tentativa de independencia de Cataluña, a partir del Referéndum que tuvo lugar el 1 de octubre del año pasado.

'No hay cheque en blanco'

Retomando el tema de la investidura de Puigdemont, Esquerra Republicana reconoce públicamente que si existe un acuerdo para respaldar al político, que fue quien obtuvo más votos; pero también anuncian que debe volver a España y afrontar, de una vez por todas, su situación legal. La propuesta del funcionario de realizar la ceremonia de forma "telemática", no tiene pies ni cabeza, ya que la misma Carta Magna afirma que debe estar presente físicamente.

Apenas se empezó a correr el rumor de un acuerdo entre ambas fuerzas, se dió una catarata de aclaraciones negándolo: "Esquerra esperará a consultas jurídicas muy importantes, como los letrados del Parlamento, para tomar una decisión; no hay ningún cheque en blanco" señaló un vocero del partido.