Ante los resultados, poco favorables, en las elecciones del pasado 21-D, Pablo Iglesias intenta dar un cambio de rumbo en cuanto a su discurso político que ha de ofrecer Podemos a sus afiliados y simpatizantes de todo el territorio nacional.

La posición de Iglesias, cercana apoyar un referéndum pactado en Cataluña, no ha resultado del agrado de la mayoría de las bases de su grupo parlamentario de fuera de ésta Comunidad Autónoma, por lo que el dirigente de Podemos retoma el rumbo político anterior a la crisis del Procés redirigiendo el énfasis político en los temas sociales.

A sabiendas de que la posición de los Comunes en Cataluña, con su voto en blanco en la votación para el nombramiento del presidente de la Mesa del Parlament no ha sido bien digerida por la mayoría de las bases de la formación morada y, potenciando el descontento de las mismas con su acercamiento a ERC, registró ayer una proposición no de ley para intentar conseguir el inicio del debate sobre el estado de la nación aprovechando que desde el año 2015 éste ha sido inexistente.

Y, para dejar claro que su intención de ahondar en el apoyo a la solución de los problemas de desigualdad social, que dicho sea de paso, se están convirtiendo en España en un mal endémico, registrará hoy mismo otra proposición de ley sobre los impuestos a la banca, idea ésta que lleva ya demasiado tiempo en la agenda de Podemos sin haber sido abordada seriamente por su grupo en el Congreso de los Diputados.

Sin hacer ninguna mención a la situación política en Cataluña dirigió toda la atención hacia termas de interés social, tales como, las ayudas a la dependencia y la necesidad de ofrecer a los ciudadanos medidas concretas para fortalecer el maltrecho "estado del bienestar", el cual se encuentra en situación de total abandono como consecuencia de los inútiles debates sobre reglamentos parlamentarios, la investidura del President del Parlament y los conflictos estériles sobre las banderas.

Haciendo una referencia a su intención de "No contribuir a eliminar de la agenda ciertos temas sociales potenciando la polémica sobre la Mesa del Parlament, lo cual es un insulto a la ciudadanía" ha comentado textualmente Pablo Iglesias.

Añadiendo que "Los ciudadanos catalanes y españoles están ya cansados del agotador debate sobre la posibilidad del retorno de Puigdemont a Cataluña"

Para dibujar un horizonte más amable a sus votantes y afines, Iglesias ha recurrido a Errejón instándole a la preparación y posicionamiento para la candidatura a la Comunidad de Madrid en las elecciones de 2019.

Y, es que nada como la visualización del futuro para hacer olvidar un pasado poco grato para Podemos, como fueron las elecciones del pasado 21-D en Cataluña.

¿Por qué el Veto a C´s ?

Desde mucho antes del 21-D la decisión de vetar a Ciudadanos ha sido una constante en la filial de Podemos en Cataluña, y más aún en el momento en el que Ada Colau decidió prescindir del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona en una maniobra que se insinuaba sutil pero que ha quedado marcada a fuego indicando que su aparente neutralidad en el Procés en realidad no lo es tanto.

Los comunes en Cataluña siempre han tenido claro que podrían defender el derecho a decidir, pero desde la distancia, sobre todo teniendo en cuenta las inclinaciones a ese respecto de sus electores para la alcaldía de la Ciudad Condal.

Colau sabe que la mayoría de votantes que se han declinado por Ciudadanos en las elecciones del 21-D fueron los mismos que la elevaron a la ocupar su plaza de alcaldesa en Barcelona, y el temor a perder el apoyo de quienes la auparon a tomar el bastón era mucho mas que un temor, mas bien una certidumbre. Basta con echar un vistazo a los resultados que han cosechado los "Naranjas" en toda el área metropolitana de Barcelona en las elecciones del 21-D.

Si los Comunes hubiesen dejado entrever en su campaña electoral algún minúsculo rastro de separatismo su caída habría sido más profunda, si cabe.

Se podría pensar que el rival natural de Domenech ha sido siempre Inés Arrimadas a juzgar por el destino de los votos fugados de la coalición En Comú Podem.

Y es que, al contemplar la política de Podemos a nivel nacional, se puede entender que la polarización de partidos en España se dirige hacia los mas rígidos extremos, Podemos vs. C´s, más aún cuando PP y PSOE ya casi ocupan el mismo espacio político a pesar de la diferencia de siglas y de líderes.