Para conmemorar los 42 años de la muerte del dictador, el popular programa de La sexta “El Intermedio” se ha ido a la calle a preguntar a los más jóvenes, qué saben de Franco, lo que para sorpresa de los presentadores dio como resultado, en la mayoría de los casos, respuestas bastante vagas o desacertadas.

Si bien alguno que otro de los jóvenes parecen conocer a grosso modo la historia que rodea a este nefasto personaje español, las fechas y las cargas de lo que representó esta dictadura para España, parecen estarse diluyendo dentro de la juventud nacional.

La juventud, ¿sana u olvida?

Ante tan alarmante desconocimiento, una de las preguntas que más rápidamente salta a la vista es si los jóvenes con falta de conocimiento de los hechos representan una generación que está sanando las heridas penosas del pasado o que simplemente se les ha hecho olvidar todo lo que se ha vivido.

Ante las actuales crisis, la izquierda parece haber agachado la cabeza y no es secreto para nadie que dentro de la llamada democracia de España, la derecha se ha hecho con lo más del país.

Entonces, ¿es realmente sano o beneficioso que nuestros jóvenes sean incapaces de reconocer a aquellos que históricamente les han oprimido y que llevaron a España a vivir décadas de terror? Realmente dudoso.

Si bien es un alivio pensar que estos jóvenes se encuentran tan lejos de los horrores del pasado que apenas pueden reconocer el nombre del dictador, suena terriblemente ingenuo y peligroso colocar esta conducta como un rasgo positivo o “la sanación de una herida”.

La ignorancia como manera de control

El hecho de que nuestros jóvenes, ahora sanos de tanta historia sangrienta, parezcan vivir tranquilos y desconectados de todas las consecuencias que el franquismo marcó en la psique de España y que todavía resuenan, puede que suene alentador pues muestra que “ya ha cicatrizado” la profunda herida del pueblo español.

La verdad, sin embargo, es que con la actual situación en el país, los aires independentistas y la derecha abanderada - por supuesto por el PP - haciendo estragos en la política nacional, se ha visto poca respuesta o las respuestas equivocadas de parte de la izquierda actual y se peca de pensamientos vainilla. Tras acciones como la muestra de poder desplegada por la policía de Rajoy durante el 1-O, es más que evidente una vez más que la historia no se equivoca y que, por la simplicidad del voto no se combate a la derecha, al poder opresor hay que enfrentarlo con igual o mayor fuerza.

Ante esta realidad, los jóvenes que desconocen la historia se ven sometidos a las herramientas de manipulación de la derecha y se encuentran en total incapacidad para generar el pensamiento crítico que les permita reaccionar ante los atropellos. Es importante recordar que una juventud y una masa ignorante es sin duda lo más fácil de manipular.