Carles Puigdemont, el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, sigue siendo noticia tras varias semanas llevando a Cataluña a su mayor crisis. Tras huir a Bélgica nada más declarar la independencia catalana junto a varios de sus ex consellers en lugar de afrontar las consecuencias legales desde España, el político se personaba junto a Toni Comín, Lluís Puig, Clara Ponsatí y Meritxell Serret, quienes decidieron entregarse a la policía belga ante la inminente detención por las autoridades belgas dados los numerosos delitos a los que se enfrentan.

Puigdemont se marca una chulería en Twitter tras ser puesto en libertad

Apenas un día más tarde de entregarse todos a la policía en Bélgica y tras declarar ante el juez, han sido puestos en libertad por un juez instructor que les tocó en suerte esta misma mañana, eso sí, con la condición de no salir del Bélgica hasta que no se resuelvan las órdenes de Europa. Sin embargo, el ex presidente de la Generalitat ha querido celebrar por todo lo alto la noticia de su efímera libertad a través de las redes sociales, concretamente a través de Twitter, donde Puigdemont escribía lo siguiente en catalán: "En libertat i sense fiança. El nostre pensament és per als companys injustament empresonats per un Estat allunyat d la pràctica democràtica".

Lo que viene a ser: "En libertad sin cargos. Nuestro pensamiento está en nuestros compañeros encarcelados injustamente por un Estado alejado de la práctica democrática".

El ex presidente critica la decisión de la juez Lamela

De este modo, el ex presidente de la Generalitat criticaba la decisión de la juez Lamela sobre el resto de los encarcelados como Junqueras, los Jordis y los ex consellers, chuleando incluso de su puesta en libertad en el día de hoy.

Eso sí, parece que el golpista se olvida de que está imputado por gravísimos delitos como rebelión, sedición, prevaricación, malversación y desobediencia a las autoridades.

Dada la huida de los golpistas, podrán alargar los plazos durante un largo tiempo hasta ser repatriados a España (aproximadamente 90 días), de este modo, pasarían por la Audiencia Nacional, donde deberán declarar por los numerosos delitos en los que están imputados.

En definitiva, parece que al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont se siente orgulloso del golpe que ha dado en España para poco después, viajar a otro país y no querer asumir las consecuencias legales que eso conlleva.