Gabriel Rufián, el político de Esquerra Republicana, ha vuelto a crear controversia en el Congreso de los Diputados. Si hace apenas unos días advertía desde sus redes sociales a la nueva generación sobre la "existencia de un nuevo 23-F" dada la repulsa de los partidos independentistas a la decisión del presidente del Gobierno en torno al conflicto de Cataluña, ahora, el político ha protagonizado otro bochornoso show con cartulinas incluidas en el Congreso.

Tras un duro rifirrafe contra Méndez de Vigo, en el que acusaba al PP de "maltratar a los que no piensan como ellos" y "apalear al pueblo de Catalunya" durante la jornada del referéndum ilegal, hace apenas unos días, ha sido en la sesión celebrada en el día de hoy donde político ha aprovechado para defender a los cabecillas de ÀNC y Òmnium Cultural, actualmente en prisión por delitos de sedición y desacato al Gobierno.

Las reiteradas burlas de Rufián en el Congreso de los Diputados

Con motivo del debate en el día de hoy sobre una proposición no de ley llevada por el Partido Popular relacionada con el respaldo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el diputado ha hecho gala nuevamente de su arrogancia en el Congreso.

Haciendo caso omiso a todas las instrucciones de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien le ha repetido en numerosas ocasiones que su tiempo había finalizado. Sin embargo, Rufián ha ignorado la petición y se ha burlado de ésta mostrando unas fotografías del 1 de octubre como ya hizo en anteriores ocasiones.

Las bancadas del Congreso critican duramente al diputado de ERC

Este hecho ha colmado la paciencia de Pastor, quien volvía a repetir al diputado que su tiempo en el hemiciclo había terminado.

Pero lejos de retirarse a su banca, Rufián recogía sus papeles con total calma, bebía agua y bajaba con gran parsimonia del estrado. Ésto ha causado un enorme revuelo en el Congreso, pues desde las bancadas, el resto de diputados han criticado duramente al político.

El diputado pierde la credibilidad en las televisiones

No obstante, parece que Rufián ha perdido toda la credibilidad que le quedaba en las últimas semanas tan decisivas para Cataluña.

Su participación en los debates televisivos y las conexiones en directo, son, sin duda alguna, tomadas a broma por los espectadores. Ocurría en Las Mañanas de Cuatro cuando el político acusaba de maltratadores a aquellos que preguntan si la situación de Cataluña la van a llevar a la calle.