María Luz Morales fue directora de 'La Vanguardia' en 1937 durante un período "bastante breve pero intenso" afirma, María Ángeles Cabré, autora de libro 'María Luz Morales, pionera del periodismo'. Cabré recalca que esta mujer fue "relevante" y, sin embargo, ahora está "bastante olvidada". Por ello, el libro es una herramienta para que se inicie un "proceso de recuperación".

Joana Bonet, escritora, explica que Morales era conocida porque fue la primera mujer que dirigió 'La Vanguardia' pero, en cambio, era una "gran desconocida porque casi no había bibliografía sobre ella".Por ello, el libro de Cabré, restituye "una deuda histórica necesaria" que es la de hacer pública la vida de una mujer que tuvo la "humildad que solo pueden ejercer los grandes".

"Morales" - recuerda Bonet- "hablaba cuatro idiomas y tenía una gran capacidad intelectual".

La escritora, Laura Freixas, señala que al vivir en una sociedad cultural "muy pequeña" no tuvo más remedio que desarrollar diversas actividades, entre otras, la de "conferenciante, periodista, traductora, editora, escritora". Freixas, que hizo estas declaraciones en la presentación del libro en el Centre Cultural Blanquerna, destaca de Morales que la "dicotomía que mucha gente establece entre ser femenina o ser feminista no se aprecia en su talante".

En este sentido, Freixas recalca que igualmente dirigió una revista llamada 'El hogar y la moda' que destacó por iniciativas que se pueden calificar de feministas, como por ejemplo, "participar en la creación del Lyceum Club de Barcelona o reivindicar figuras como la de Madame Curie".

Freixas subraya que en una coyuntura como la descrita "no se sabe hasta que punto su participación en revistas femeninas es por interés" o, por contra, se debe a "estar en una especie de negociación y compromiso" entre lo que le interesa y lo que le encargan "automáticamente" por ser mujer y que "no puede rechazar porque en aquel momento no se podía tener suficiente poder negociador para decidir".

La escritora señala en Morales un rasgo que "común a las Mujeres" pero que en ella se aprecia de una forma "muy acentuada" que es "la humildad, la discreción o el pedir perdón". Estos rasgos responden a la "captatio benevoliente" propia de las escritoras que a lo largo de la historia han incluido en sus obras "una especie de petición de perdón".

Freixas lamenta que esta tradición "no se ha perdido del todo"; aspecto- según la escritora- que se "tendría que revisar".

Freixas destaca una característica de Morales "común a las mujeres que se han dedicado en el pasado a la ciencia, al arte o a la política y es la renuncia a la vida privada". Ella tuvo "claro" que para dedicarse a la vida profesional "tenía que renunciar directamente a la vida personal".

Fenómeno perverso

Freixas recalca que existe un discurso que todo el mundo "vagamente comparte" respecto al rol de las mujeres. La escritora señala que se asume que en el pasado "no había un número representativo de mujeres dedicadas a las artes o la política y, por esa razón, no las incluyen en los libros de historia".

Por contra,- sigue la escritora- "en el presente si que hay mujeres, entonces se asegura que en el futuro los libros de historia las incluirán". A juicio de Freixas, este argumento no es válido porque es "falso que en el pasado no hubiera mujeres relevantes y también lo es que las del presente ocuparán el papel que les corresponde en el futuro".

"De hecho" - apunta Freixas-se produce un "fenómeno perverso" porque siempre se piensa que "la ausencia de mujeres" es propia del pasado y se resuelve "a medida que pasa el tiempo" pero lo perverso es que "lo que se hace ahora no aparecerá en los libros del texto de 2050" y en ese momento se aludirá "al mismo argumento que en otros períodos en relación al grado de igualdad" para justificar ese hecho.