Decía Shakespeare que el mundo es un escenario; y todos los hombres y mujeres son meros actores. La frase es certera como pocas, pero si, además, la llevamos al ámbito político, pareciera que Shakespeare estaba definiendo el panorama que sufrimos los españoles a día de hoy.

La desfachatez de nuestros políticos actuales ha rebasado cualquier límite previamente conocido. Nunca antes se había puesto de manifiesto la farsa en la que se ha convertido la política española. Un juego de mentiras, de amigos que juegan a ser enemigos irreconciliables, de inútiles que dirigen nuestras vidas y fariseos a los que sólo les interesa su bienestar personal.

Solamente los necios no ven una obra interpretada por actores de bajo nivel. Por ello, en los últimos días, cualquier español con un mínimo nivel de raciocinio, habrá podido observar como Pedro Sánchez se las da de idealista, como Soraya se pelea con Irene Montada o como el PP organiza una manifestación a favor de la Constitución.

Pedro Sánchez ni corto ni perezoso, dijo en el debate de las ‘’últimarias’’ del PSOE: ‘’yo estoy en paro por cumplir con la palabra dada’’. No, tú estás en paro porque fuera de la política no eres nadie ni sirves absolutamente para nada. Eras profesor asociado de una de las peores universidades de España (Camilo José Cela), pasaste de salir en tertulias basura, a ser el líder del ‘’PSOK’’, y si dejas de ser una sanguijuela del contribuyente no volverás a ver 4.500€ netos al mes en tu vida.

Soraya, ayer, hacía como que se peleaba con la brillante estadista podemita Irene Montada. El gran mérito de Irene ha sido cepillarse al líder de la piara morada. Pero tampoco hay que olvidar que fue la siniestra Soraya Sáenz de ‘’Ferreras’’, la que decidió rescatar a La Sexta, que estaba absolutamente quebrada y destinada a la extinción, para ponerla al servicio de la franquicia chavista y así eliminar cualquier atisbo de esperanza para que hubiera una alternativa seria al PP.

Poco importó que la CNMC declarara ilegal la fusión entre la televisión de Wyoming y Antena 3. Aquí, quien maneja el BOE hace y deshace a su antojo.

Para rematar, ayer el PP convocaba una manifestación en Madrid en defensa de La Constitución para contraprogramar la visita de Puigdemont a Madrid, apoyado por la senil alcaldesa de la capital.

¿Habrá alguien que acuda a la manifestación? Teniendo en cuenta que el PP se ha pasado por ahí La Constitución Española sistemáticamente, ha protegido a la madre superiora catalana y a sus monaguillos durante décadas, y acaba de pactar con el PNV seguir incumpliendo el artículo 138 de la Constitución Española, en el cual se materializa el principio de solidaridad entre las CCAA, de manera que ninguna podrá tener ningún privilegio económico ni social sobre la otra, teniendo en cuenta eso, la manifestación debería estar secundada por millones de españoles, pero no para protestar contra Puigdemont, sino para recordar al PP en la basura infecta y traidora que se ha convertido.

Está claro que los políticos toman a los españoles por estúpidos; desgraciadamente, razón no les falta.