Marine Le Pen le lleva tan solo 9 años a Emmanuel Macron, sin embargo la dureza de su discurso político la ha posicionado muy lejos de los jóvenes de su país. La candidata ultraderechista, ha prometido expulsar del país a todos aquellos extranjeros que estén siendo investigados por posible radicalización. Este es su caballo de batalla, pero también una de sus propuestas más polémicas y criticadas.

Pero, al parecer, Le Pen ha ido más lejos aún, durante el último acto de campaña no ha dudado de acusar como instigador de los insultos y abucheos que recibió a la salida, a su openente, Emmanuel Macron.

Para muchos, también sobre ella recaen las sospechas del hackeo que el partido En Marcha! ha sido víctima las últimas horas.

La infatigable Marine tiene una infancia triste, pese a que los medios locales y ahora los internacionales han sabido tratarla con comicidad. Su madre abandonó a su marido a sus tres hijas, Marine la más pequeña, para irse con un amante. Al abandonar el domicilio conyugal se llevó el ojo de cristal del reconocido político, por aquel entonces su marido. Lo hizo solo con la intención de herirlo, como el posado en Playboy que luego la avergonzó. Con los años, regresó a una vivienda que el ex marido y padre de sus hijas, le cedió.