El ex ministro de Interior, Fernández Díaz, compareció ayer en el Congreso para explicar la conversación grabada en su despacho junto al director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso. Este último también compareció como implicado en el caso.

Fernández Díaz aseguró que las filtraciones se realizaron con la pretensión de influir en los resultados electorales del 26-J, de su por entonces partido. "La auténtica y única conspiración fue perjudicarme a mí como político y al partido que representaba como cabeza de lista en las elecciones por Barcelona", respondió contundentemente durante las tres horas de comparecencia.

Aunque todo lo achaca a un complot, la conversación tenía como supuesto objetivo obtener datos que pudieran acusar de prevaricación a varios políticos de CDC o ERC, como así desveló el diario Público. Descontextualizadas, manipuladas, perjudiciales, ilícitas… fueron algunos de los calificativos que empleó el exministro de Interior para hablar de las escuchas. Pues poco más dijo sobre la investigación por la que estaba allí presente. La oposición no ha conseguido más datos que aquellos con los que ya contaba.

Ante las preguntas de los partidos políticos, Fernández Díaz negó haber pronunciado algunas de las frases que aparecen en las escuchas y se comprometió a ofrecer cualquier tipo de colaboración ante un posible estudio de verificación.

La conversación entre Fernández Díaz y De Alfonso alcanzó una gran trascendencia al conocerse el uso de medios policiales para conseguir datos de varias formaciones políticas catalanas, entre el 2 y el 16 de octubre de 2014. Varias semanas antes de la celebración de la consulta soberanista del 9-N.

Enfrentamiento entre Rufián y De Alfonso

Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, protagonizó el mayor enfrentamiento en la tarde de ayer. Reflejando desde el inicio el tono que utilizaría a lo largo de sus 15 minutos de intervención.

Ha acusado de “mentir” a De Alfonso, pero también le ha tildado de “conspirador” y de “ejemplo de corrupción”.

Palabras por las que ha sido llamado al orden en varias ocasiones por el presidente de la comisión, Mikel Legarda. Aunque sin mucha suerte, pues el portavoz de ERC ha continuado utilizando estos calificativos, para terminar despidiéndose con un “hasta luego gánster, nos vemos en el infierno”. Por el que ha sido nuevamente llamado al orden. Por su parte, De Alfonso también ha intercambiado algún que otro descalificativo contra Rufián.