El psicólogo, Daniel Rodrigo, evalúa el perfil psicológico de Donal Trump de quién destaca que conoce muy bien los “medios de masas, donde se mueve con total desenvoltura, sabe cómo caer bien a la gente y ha desarrollado esa imagen tan peculiar suya de campechanía y provocación, similar a muchas personas que encontrarías en incontables bares de Estados Unidos tomando una cerveza, como si fuera tu vecino, amigo, compañero de trabajo, se hace muy cercano a la gente común”.

Por otro lado, señala el psicólogo, ha sabido “detectar y manipular los miedos y fantasmas que preocupan a esa gente y que son sumideros colectivos inconscientes" que se traducen en la "proyección de descargas del malestar personal no resulto o en aspectos como inmigración, paro y orgullo nacional herido, entre otros temas".

Rodrigo, sin embargo, apunta que una cosa es “seducir a la masa, lo que ha hecho muy bien en contra de todo pronóstico, hay que darle un diez, y otra ejercer un cargo de tal responsabilidad nacional y global”. En este sentido aclara que como "Trump ha deslumbrado tan bien en el mundo mediático y no ha destacado como próspero empresario, corre el riesgo de quedar cautivo de su cegadora imagen y no tocar de pies a tierra”. Así el psicólogo explica que “puede pasarse de listo y pensar que sólo él, la estrella de la televisón, tiene la solución a los retos que ha de afrontar, vamos a ver en poco tiempo cómo actúa su psicología”.