El pasado miercoles, Albert Rivera fue el protagonista de otra emisión de “Mi casa es la tuya”, por Telecinco. Allí, el dirigente de Ciudadanos estuvo hablando acerca de su infancia, la relación con su novia y su hija, y por mencionar algunos temas más escabrosos, la supuesta bronca que traía con el presentador Bertín y las amenazas de muerte que había recibido desde que estaba en Cataluña.

Empezando por el asunto con Bertín Osborne, Rivera fue raudo al aclarar que no existía entre ellos ningún malentendido. Todo fueron rumores infundados, después de que en las más recientes elecciones generales, el cantante votara por el PP, aun después de afirmar en "Deluxe" que votaría a Rivera.

Esto habría provocado el enfado del líder de Ciudadanos que sin embargo, no guarda rencor alguno; algo que quedó muy patente al volver a estar frente a frente para la entrevista.

Ambos estuvieron platicando en la casa de Rivera, donde él pudo recordar algunas escenas de su infancia y sus comienzos en el ámbito político.

Él cuenta como vivía con su familia en un piso de la Barceloneta, al que recuerda como un lujo. Se muestra agradecido con sus padres, quienes lo criaron como hijo único y le enseñaron a ser humilde; especialmente desde que su padre entró en el paro, a los 62 años. Luego de empezar como militante del PP en Cataluña y afiliarse a UGT, tuvo que aprender a lidiar también con las críticas.

"La primera vez que leí un artículo crítico conmigo por poco se me saltan las lágrimas", confesó, para luego afirmar que hoy en día, ya ni siquiera los lee.

Lo más fuerte de la entrevista, llegó al declarar sobre las amenazas de muerte que tanto él como miembros de su familia han recibido. Unos antiguos compañeros de clase llegaron a romper la vitrina del negocio de sus padres.

Y a él, le enviaron un paquete con una bala, amenazándolo con asesinarlo si no se iba de Cataluña en el plazo de tres meses.

En última instancia, Rivera expresó su preocupación por la presidencia de Trump y su relación con Europa.