Fue en agosto pasado cuando tras ocho años de sequía el Ejercito del Aire, EDA, volvía a la estadounidense Base de Nellis a participar en el ejercicio de combate aéreo Red Flag, Bandera Roja. Apenas se había secado la tinta de los análisis, juicios críticos y estudios que la participación española en la pasada edición había dictaminado, cuando este febrero el EDA vuelve al Red Flag pero esta vez en invierno y con un distinto sistema de armas, el caza Eurofighter EF-2000.

En todas las anteriores ediciones en que España participó el caza empleado era el sempiterno F-18, el cual conocidas sus prestaciones, la especialización y veterania de su uso por el EDA junto con su capacidad polivalente como caza-bombardero había dado unos resultados excelentes.

Sin embargo, el otro sistema de armas, el EF-2000, nunca había participado en un ejercicio Red Flag ya por ser un caza en servicio pero todavía en fase de desarrollo, su más urgente participación en operaciones internacionales y su naturaleza como caza puro para el combate aire-aire y menor capacidad aire-suelo hacia pensar que su participación no seria tan completa en un ejercicio tan polivalente como el Red Flag donde están al mismo nivel de exigencia las misiones de combate en el aire como contra superficie.

Desarrolladas y ya ensayadas al máximo las prestaciones aire-suelo del Eurofighter la oportunidad que los EF-2000 españoles participasen en este ejercicio eran inmejorables.

Perspectiva estratégica

Como nación de peso en el mundo, España tiene la necesidad de disponer una fuerza aérea capaz y preparada de intervenir en cualquier lugar del planeta junto con otras fuerzas aéreas aliadas, para el EDA participar en el Red Flag supone una ocasión inmejorable para verificar si la aviación española dispone de estas capacidades de despliegue y operatividad pues la misma participación en las maniobras suponen un reto desafiante per se.

El Red Flag es un ejercicio de la USAF que en en sus cuatro ediciones anuales invita a aviaciones aliadas a participar. En esta edición junto con los EF-2000 españoles, participaran Holanda con cazas F-16, Singapur con helicópteros Chinook y por supuesto los EEUU con aviones de combate F-15, F-16, F-18, EA-6 y toda clase de helicópteros y aviones de transporte, reabastecimiento en vuelo, alerta temprana, AWACS, guerra electrónica y por supuesto drones, modelos Predator y Reaper, los cuales son insustituibles en el combate aéreo moderno.

Un total de 165 aeronaves.

El escenario de combate en el que se entrenan es idéntico al que se encontrarían en una misión real de alta intensidad con aviación enemiga y sistemas de misiles antiaéreos, SAM, procedentes de la antigua URSS y Francia que suelen ser los más habituales que las aviaciones aliadas se encuentran en escenarios bélicos actuales, y que se han cobrado derribos de no poca aviación propia.

Esta profusión de medios en un escenario tan grande como Nellis, 150 por 110 millas náuticas de área, hace del Red Flag el ejercicio de combate aéreo más exigente del mundo.

Participación española

Son ocho cazas EF-2000, más dos de reserva, el músculo de la participación española a los que se suman dos KC-767 de la Fuerza Aérea Italiana para repostaje aéreo en el Atlántico y dos Hércules españoles para reabastecimiento en vuelo en combate. Hasta 229 efectivos que tendrán que apoyar las 150 salidas de combate previstas que los EF-2000 realizaran en la operación. Si esto no es un desafío bélico es lo que más se le parece.