Una democracia joven, que tendría todo el derecho de ser orgullosa de sus logros políticos y sociales en un poco menos de un siglo (la república fue proclamada por Atatürk en 1923), está a punto de autoanularse. El presidente Erdogan ha elaborado un paquete de 18 puntos que contienen proposiciones de cambios en la constitución y cuenta no sólo con el apoyo de su propio partido AKP, sino también con el de MHP (Partido del Movimiento Nacionalista).

Si el paquete es aprobado, el presidente tendrá derecho de nombrar los miembros del Alto Consejo de los Jueces y los Fiscales personalmente.

Así controlará el poder judicial, ya que este consejo toma todas las decisiones relevantes para el sistema jurídico. El cargo del primer ministro sería eliminado y sus competencias pasarían al presidente. Este podría nombrar y despedir ministros y gobernar el país a través de decretos. También podría proclamar el Estado de emergencia para un período de hasta seis meses sin la colaboración vinculante del parlamento. El estado de emergencia, en el que se encuentra Turquía desde abril del año pasado, acaba de ser prolongado con otros tres meses.

El presidente podría disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones. Esto significa que las elecciones para parlamento y presidente tendría lugar el mismo día.

Con estas reformas, el cargo del presidente pasaría desde una función representativa a ser el cargo en el que está concentrado todo el poder gubernamental, con todas las competencias decisivas. El principio de la separación de poderes, el fundamento de la democracia occidental, sería abolido.

El parlamento tiene que aprobar con una mayoría de tres quintas partes, es decir 330 diputados, para poder proponerlo en un referéndum al pueblo turco.

Por lo menos la mitad de los participantes en el referéndum deben votar a favor de los cambios en la constitución, para que estos puedan ser legítimos.Y el truco en la historia es que la ley turca no prevé un quórum para confirmar la validez del referéndum, incluso si una pequeña parte de la población votara el resultado del referéndum sería válido.

Según últimas noticias, el parlamento ha aprobado el debate sobre el paquete con 348 votos, lo que significa que miembros de la oposición han apoyado la proposición. En las próximas dos semanas, los diputados tendrán que debatir y decidir sobre cada uno de los 18 artículos y sobre el paquete en conjunto.