Un país “estable” en este mundo actual tan convulso, eso es lo que realmente añoramos todos… y quien lo posee, debe valorar y colaborar de la mejor manera cívica posible con la finalidad de conservar la convivencia armónica y el respeto a las leyes.

Pero es imperdonable que la soberbia de algunos, el fascismo de otros, la indiferencia, la manipulación de unos cuantos y la ignorancia de muchos, lleven a desestabilizar a un país como España que pese a su antigüedad ha tenido muchas piedras en el camino para consolidarse como hasta hace unos pocos días podíamos considerar un país “estable”, en el cual como en todo país democrático, se disfruta de garantías constitucionales, las cuales a la vez exigen obligaciones cívicas para una buena convivencia.

La arrogancia y el afán de enriquecimiento de unos cuantos inició una trama maquiavélica para manipular la mentalidad de los catalanes haciéndoles creer que ellos no debían formar parte de España porque ésta les robaba, después justificaron con más argumentos el odio hacia el país, hasta llegar a enajenar a la población fomentando la división entre españoles y catalanes.

Hoy, unos cuantos soberbios han dejado caer la gota irresponsable que derrama el vaso y se comienza a desestabilizar una nación, se lanza al azar a una comunidad sin ofrecerle garantías; hay manifestaciones multitudinarias que gritan “independencia” y me pregunto, ¿de qué? ¿Acaso no son libres? ¿No disfrutan de garantías constitucionales?

¿No tienen la oportunidad de manifestar su cultura, hablar su lengua? ¿No se les permite trabajar y emprender negocios? ¿A caso se tienen que esconder para ejercer su religión? ¿No tienen derecho a la educación los niños y jóvenes? ¿A las mujeres se les reprime como en otro países?

Económicamente creen que los tienen limitados y que estarán mejores si salen de España, tal parece que no se dan cuenta que la crisis actual es mundial y que casi todos los países del mundo la sufren sin duda ocasionada por las élites burguesas y políticas.

Pero, el sentimiento de división e incluso fascismo que cierto clan se encargó de ir construyendo en todos los años de mandato, hoy tiene a Cataluña al borde del precipicio, sociedad atropellando las leyes, el enfrentamiento de amigos, familias y sociedad en general. El odio está sembrado y mientras tanto los que comenzaron la ideología independentista viven tranquilos con cuentas en paraísos fiscales, empresas en el mundo, que lograron con el dinero de todos los españoles.

Ellos ni se mortifican de la que han montado, al fin y al cabo ellos con las grandes fortunas que acumularon, que más les da si estar en Cataluña o en el Caribe, ellos su independencia… pero monetaria, ya la lograron con dinero de dudosa procedencia, pero eso sí, sin duda que de todos los españoles. Y ese sentimiento de pertenecer a un pueblo determinado, en este caso el nacionalismo catalán, cuando salen de la región, lo olvidan, disfrutando de delicias paradisíacas que les ofrecen otros países, en los cuales se desconoce hasta hace poco del todo el tema del independentismo catalán, lo que les permite a la vez y por si fuera poco, vivir con una conciencia tranquila.