Pues aquí me hallo, en el calabozo, detenido por las autoridades. Verán, cuando me disponía a pasar el control fronterizo, un agente de aduanas me ha pedido el pasaporte. Le he explicado que al provenir de una nación de naciones no tengo un pasaporte propio como tal. Le he estado ilustrando acerca de este nuevo concepto y que realmente yo no pertenezco a ninguna nación, pertenezco a la que a mí me apetezca según como me levante. Le he contado las diferentes vertientes que componen nuestra nación de naciones, la gastronomía de cada pueblo, porque no es lo mismo el pan ‘’tumaca’’ de Sant Cugat del Vallés que el de Castelfollit de la Roca.

Le he enseñado las diferencias entre los acentos de cada rincón de nuestra nación de naciones e incluso, he llegado a darle una lección de historia gratis diciéndole que Teresa de Ávila en realidad era catalana.

Al rato, el agente, me ha mirado fijamente y me dicho: ‘’ ¿tú eres español verdad?’’ El tipo lo ha deducido por mi acento, en un claro acto prejuicioso y también un poco machista, porque no decirlo; aunque yo sea un varón, esas cosas se notan. Le he contestado que estaba ofendiendo a mis raíces, a mi familia, a mi pueblo, a mi tierra, a la sublime puerta de Persia y seguramente, también un poco a Alá. Así que, he empezado a contestar sus preguntas en catalán. Luego me he pasado al valenciano, ya saben, por aquello de la similitud entre lenguas.

Luego en euskera, aunque todavía no lo hablo con fluidez, os prometo que entiendo casi todo cuando me hablan. Más tarde me he pasado al mallorquín, pero todavía tengo que pulir un poco mi acento, todo se andará. Viendo su actitud fascista y beligerante, he decidido calmarlo hablando en gallego, pero no ha dado resultado. En vista de que la cosa se ponía fea, he decidido ponerme a silbar en silbo gomero y me han detenido.

Mientras me colocaba las esposas he comenzado a gritar: ‘’¡Socorro! ¡Me detienen contra mi voluntad! ¡Pido ayuda a la comunidad internacional ante una autoridad opresora que restringe mi libertad!’’ Me han dado unos cuantos porrazos y me han preguntado si tenía algún tipo de enfermedad mental. Sí, como lo oyen, me han dicho que tengo todos los síntomas de padecer neurosis, porque según ellos, estaba distorsionando la realidad.

Pss, está claro que estos no han visto el congreso del PSOE de ayer.

En fin, estoy en el calabozo y como no me consiguen un abogado que hable los idiomas necesarios para defender a un ciudadano procedente de una nación de naciones, os ruego que aviséis a Pedro Sánchez, a su mujer, si ya ha dejado de contar los millones del banco o a Patxi, aunque a estas horas a lo mejor está durmiendo. Me da igual, avisad a alguien con un nivel intelectual por encima de la media para que puedan explicarles mejor que yo la realidad a estos intolerantes. Por favor, no aviséis a Zapatero, que ya sabemos que sacar de la cárcel a presos inocentes no es lo suyo.

Gracias. Gràcies (con acento catalán). Gràcies (con acento valenciano). Gràcies (con acento mallorquín y un toque de Menorca). Eskerrik asko. Grazas.