Cuando eres estudiante de Universidad y llega el mes de enero ya sabes que vas a sufrir. Lo sabes desde que comienzas en septiembre pero no lo quieres admitir, lo ves demasiado lejos y lo que mejor sienta es ir al bar de tu facultad a pasar el rato. Pero de repente pasan las navidades casi sin darte cuenta y ya no hay marcha atrás, ahí están los queridos exámenes finales.

Un semestre universitario suele durar 3 meses de período de clases regulares y después un mes entero de exámenes finales, dónde tienes que saberte de pi a pa todo lo que has hecho en estos tres meses si no quieres suspender y tener que ir a revaluación, también en enero, o lo peor, tener que repetir la asignatura el curso que viene.

El sistema de notas es curioso, puedes elegir entre evaluación única o continuada; la única te la juegas todo a un único examen y en la continuada es más tipo instituto, vas haciendo exámenes parciales que te hacen media con el final.

Hasta aquí toto bien, pero hay cosas que no son proporcionales. La mayoría de los alumnos suelen elegir la evaluación continuada y de esta forma no jugársela a un único examen, pero lo que muchas veces ocurre e que la evaluación continuada solo cuenta un 25, 30 o como mucho un 40% de la nota final. Además, te suelen indicar una nota mínima bajo la cual no te harán media sea cual sea tu nota media en los parciales. Así, por mucho que tu tengas una media de 10 en los parciales y hayas asistido durante todo el curso, si el día del examen final tienes un mal día, estás enfermo o simplemente te va mal, como no saques un 4 o un 5 como mínimo todo tu trabajo habrá sido en vano.

A la vez, en mi experiencia como universitario en visto más de una vez a gente aprobar una asignatura sin venir ni un día a clase y copiando en el final, usando el móvil o las tradicionales chuletas. No debería ni ser necesario decirlo, pero en las clases falta vigilancia, 200 personas en una clase con 2 profesores vigilando no da para nada.

De esta forma, miles de estudiantes se matan a estudiar estos días en bibliotecas y centros de estudio, muchos de ellos llegando a obsesionarse, cuando otros sin apenas esfuerzo obtienen parecidas recompensas.

Por otro lado, también hay que destacar las abismales diferencias de tiempos entre exámenes que tienen unas carreras con otras.

Por experiencia propia, en las carreras de económicas suelen dejar 3, 4 ó 5 días entre cada examen, mientras en otras carreras llegan a agrupar todos los exámenes en una misma semana, a examen por día. la diferencia entre tener 3 ó 4 días para estudiar antes de cada examen a no tener ni uno es muy grande y los resultados pueden cambiar completamente.

¡Mucha suerte a todos los estudiantes que se encuentran en períodos de exámenes!