Al igual que las plantas y los árboles absorben el dióxido de carbono para convertirlo en oxígeno, absorben la energía negativa que tenemos y nos ayuda a convertirla en buenas vibraciones y buenas energías, los Maestros Taoístas ya anunciaron que son una plantas muy poderosas los árboles y que llevan dentro de ellos, la energía de la madre tierra y la fuerza universal del cielo.

Lo primero de todo que deberemos hacer es elegir nuestro árbol para poder empezar a trabajar con él. Deberá ser un árbol mediano y que se vea sano y a poder ser que este cerca de agua corriente como un riachuelo una fuente natural etc.

Uno de los arboles más poderosos y que mejor van son los pinos.

Este es uno de los muchos métodos que hay. Primero que todo deberás pararte enfrente del árbol a unos 3 metros o así, y saludarlo presentarte a él como si tuvieras una persona enfrente y pedirle permiso para entrar en su campo energético y poder trabajar con él. Es un ritual que cada uno deberá hacérselo suyo y con sus palabras, podemos hablar con el mentalmente. Luego poco a poco y lentamente nos iremos acercando a él. Cuando justo estemos enfrente de él deberemos visualizar y sentir como su campo energético nos rodea. Con las palmas de las manos y los dedos extendidos estiraremos los brazos hacia el árbol suavemente mirando hacia su tronco.

Y lo rodearemos dándole un fuerte abrazo y entonces justo en este punto estamos uniendo las energías nuestras y del árbol. Iremos notando como el árbol absorbe toda la energía negativa devolviéndonosla en energía positiva y buenas vibraciones. Intentaremos ir siempre al mismo árbol. Podemos incluso sentarnos bajo él y a ver meditaciones eso también nos ayudara y establecer una relación con él, contarle nuestras preocupaciones, lo que nos ha ocurrido ese día… al igual que en las plantas mágicas de las “brujas” cada planta tiene un uso distinto o los minerales y cristales que pasa exactamente igual los arboles también tienen cada uno su poder más concreto para unas cosas y para otras.