Muchos de nosotros creemos que el Karma es una simple creencia mantenida en oriente en la que los budistas solo realizan acciones de buena intención con el fin de alcanzar la felicidad suprema y que nosotros los occidentales no estamos influenciados por este fenómeno por basar nuestras vidas en otras creencias. Pero lo cierto es que estamos más cerca de él de lo que realmente creemos.

La creencia en la existencia del karma, además de conllevar el ejercicio de buenas acciones, está basada en la idea de la acumulación de “buen Karma”, establecido por niveles.

Esta acumulación es sinónimo de reencarnación, y cuanto más karma bueno acumulemos más cerca de la reencarnación absoluta estaremos.

Pero lejos de la reencarnación, que es cuestión de creencia o no, el Karma tiene aplicaciones más cercanas a ser explicadas científicamente.

Algunas de las leyes más básicas de la física explican este fenómeno.

Ya Newton en sus tres leyes universales del movimiento hace referencia a esta cuestión, teniendo relación con la ley del Karma una de sus leyes.

Su tercera ley, la que explica el principio de acción y reacción, es en concreto aquella que está relacionada con la presencia del karma en nuestras vidas. Esta ley, establece que la fuerza que un cuerpo ejerce sobre otro cuerpo, le será devuelta en igual magnitud a la ejercida pero en dirección opuesta.

Según la ley del karma se implanta que a cada acción le corresponde una reacción, es decir, si causamos dolor o sufrimiento a otros seres, recibiremos como compensación dolor o sufrimiento y como contraposición si ejercemos buenas intenciones esto es lo que recibiremos como reacción.

Es por tanto de aplicación en este sentido el famoso refrán “recogerás lo que siembres”.

Es muy simple. Al realizar una acción tendremos una reacción o efecto a esta acción y según estas leyes puestas en relación, la reacción o efecto será equivalente a la fuerza ejercida de nuestra acción.

Ahora bien, podemos preguntarnos: ¿Qué se considera buena acción para tener una buena reacción? O por el contrario ¿Qué se considera mala acción?.

Las acciones positivas que proveen de buen Karma son todas aquellas que al realizarlas o decirlas no provocan daño alguno, ni a uno mismo ni a los demás y en contraposición las acciones que dañan el Karma de cada uno son aquellas que dañan o hieren a los demás y a uno mismo.

“No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo” (Buda).