Está claro que el 2017 no ha sido un año especialmente tranquilo a nivel político ni económico en España. No obstante, en el ámbito cultural, a pesar de que cada vez parece estar más denostado por la Administración Pública, encontramos diversos datos que invitan a que sigamos creyendo en el poder del arte para superar realidades complicadas.

Los museos barceloneses y el aumento de visitantes

Concretamente, estamos haciendo referencia a los museos barceloneses, que durante el pasado año 2017 experimentaron un gran aumento de sus porcentajes respecto a los datos de 2016 en lo que a visitantes se refiere.

Parece que este tipo de instituciones culturales están "volando" a otra altura museística respecto a otras de ámbitos autonómicos y nacionales, debido a que los nuevos modelos de "museo" que se están ofreciendo al gran público parece que está convenciendo a diversos sectores de la sociedad, tan heterogéneos como desconocidos para algunos templos del conocimiento que siguen atascados en la idea de que una institución de esta tipología es algo parecido a un tesoro que debe cuidarse pero no conocerse. Gran error.

Modernizarse y ofrecer "platos" artísticos visualmente llamativos

Sin embargo, los alumnos aventajados en el sector museístico han aprendido a qué modelos de exposiciones exportadas de otros países deben ceñirse, como por ejemplo, la dedicada al incombustible David Bowie, para acaparar a un público cada vez más ausente de la esfera cultural.

Comenzamos el año siendo agradecidos a las instituciones culturales catalanas que han planificado un 2018 que trae un "menú pictórico" tan interesante como la relación de Picasso con la cocina y otra sobre Gala Dalí. Además, no olvidamos una que estará dedicada al papel de la música en las antiguas civilizaciones, algo que nunca viene mal después de este atracón cultural que por suerte siguen ofreciendo algunos museos a nivel nacional.

En definitiva, esperamos que el 2018 sea un año en el que nuestros museos no pierdan las ganas de innovar y de acercarse al gran público, al general. Para ello, confiamos en modelos de gestión dinámicos que se están adoptando por parte de algunas instituciones, como es el caso del MACBA, que cambiará la forma de presentar su colección a partir de octubre, debido a que ésta será presentada de forma rotatoria, para ofrecer una visión más completa a los usuarios.

De este tipo de iniciativas se desprende una absoluta entrega a la optimización de las experiencias que algunos museos pretenden aportar al usuario. Picasso no lo creería.