Vicente Romero Redondo es un pintor español nacido a mediados de la década de los 50 del siglo pasado. Se formó en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, finalizando sus estudios en 1982, donde también fue profesor. Aunque, desde 1987 reside en la Costa Brava, zona de la que quedó totalmente cautivado, como ya veremos más adelante.

Su obra pictórica le debe mucho a las características notables que le otorga la pintura al óleo que aprendió durante su etapa formativa, aunque se desvió –eso sí, con notable éxito– hacia la pintura a pastel.

Cautivado por la luz y ambiente mediterráneos, hace algunos años eligió un entorno así y propiciamente tranquilo en la costa mediterránea para instalar su estudio. En cierto modo, es esta luminosidad que tanto le cautivó la que pretende reflejar en sus cuadros, para atraer también al espectador a este mundo cuasi onírico. Esto es, hacer ver al espectador la obra pictórica con los mismos ojos que quien la pinta.

Vicente Romero, el nuevo Sorolla

Cautivado por la luminosidad tan característica del levante español y por la obra de Sorolla, con sus obras “Vuelta de la pesca” de 1894 y “Cosiendo la vela” de 1895, o incluso del valenciano también Cecilio Pla y Gallardo (1860-1934), en cuyos cuadros también toma como protagonista principal la mujer y la playa o la denominada cariñosamente la "terreta" valenciana.

Vicente Romero se caracteriza por mostrar además de esa luminosidad tan característica del levante español, su particular belleza y quietud de sus protagonistas - en su mayoría mujeres – y siempre o casi siempre como pilladas in fraganti en uno de sus quehaceres diarios (bien leyendo, escribiendo o bien con sus telas o simplemente admirando el paisaje mediterráneo...) incitando a una profunda reflexión del espectador.

En su caso, le cautivó la luz de este rincón mediterráneo del noreste de la península, tan próxima a Cadaqués y de Calonge, su residencia actual.

Obras cálidas, relajadas, realistas, destacando la quietud

Calidez, relajación, realismo y quietud son las primeras sensaciones que en un primer momento pueden provocar al observar el conjunto de sus obras.

Y es que no es casual que el artista pasara a vivir de la Madrid llena de gente y barullo a la tranquilidad que ofrece el mediterráneo de la Costa Brava. Es sin duda lo que quiere representar en sus lienzos.

Oda a la figura femenina

Casualidad o causalidad, en cada uno de sus lienzos siempre aparece la figura femenina. De cualquier edad. Y haciendo una tarea distinta, mostrando toda su feminidad. ¿Quizá la figura femenina es aquel personaje que más fascinación le provoca a Romero? Muy en la línea de otros artistas como se trata del pintor figurativo de origen británico Hamish Blakely, quien en sus cuadros hace una oda a su esposa retratando su cuerpo en los momentos de intimidad, y en la línea de la obra exquisita del escultor James Michael Talbot, un escultor también británico, inspirado en el mundo grecorromano y las formas del cuerpo humano, en concreto de las figura femenina. Capaz de capturar la atención del espectador.