Donald Trump y sus acólitos han intentado por todos los medios evitar que se publique el libro del periodista Michael Wolff, amenazas, descalificaciones e inocuas medidas legales que solo han conseguido que la editorial adelante la publicación de “Fuego y Furia: dentro de la Casa Blanca de Trump” y se convierta instantáneamente en un éxito de ventas.

Donald Trump trabajó para la campaña promocional del Wolff

Dicen que cuando el río suena agua lleva, por eso el interés de Trump en evitar a toda costa la publicación de un libro, antes de leerlo, ha levantado tanta expectación que ha logrado adelantar cinco días su llegada a las librerías.

El pasado viernes ha salido a la venta, a pesar de las amenazas del equipo legal de Trump, “Fuego y Furia: dentro de la Casa Banca del Trump”. Desde la Casa Blanca amagan con emprender acciones legales por difamación e intromisión en la intimidad.

El propio presidente, a través de su medio favorito, twitter, ha acusado a Michael Wolff de ser un “fraude” y ha calificado su obra como de “ciencia ficción”, cargando contra Steve Bannon, su ex asesor, por permitirle entrar en la Casa Blanca.

Y la portavoz presidencial, Sarah Sanders, manifestó que el libro estaba lleno de falsedades y datos engañosos.

Wolff afirma haberse basado en más de 200 entrevistas

Michael Wolff, encantado con la polémica que está convirtiendo a su libro en best seller, a penas recién llegado a las librerías, afirma contar con documentación verídica y directa.

Más de 200 entrevistas a personas del entorno más cercano a Trump y al propio presidente, que niega haberle concedido una entrevista.

Wolff contraataca afirmando que tiene pruebas de que habló durante al menos tres horas con Donald Trump, aunque pone en duda que él supiera que estaba siendo entrevistado.

A sus 64 años, Michael Wolff, es conocido en los medios por el estilo mordaz y agresivo que utiliza en las columnas que escribe para New York magazine y la revista Vanity Fair.

Han dicho que ha logrado construir su carrera a base de actuar como “una mosca en la pared” del poder. Así, también ha escrito este libro, revoloteando por la Casa Blanca, escuchando y posándose donde le convenía mientras pasaba “desapercibido”, hasta ahora.

Anteriormente había publicado una biografía sobre el magnate, dueño de la cadena Fox, Rupert Murdoch, titulada “The man who owns the new” y que no complació a su protagonista.

Trump es ridiculizado en el libro

Michael Wolff desvela en su libro muchas cosas que dejan entrever la caótica organización del equipo presidencial de Trump. De hecho, está convencido de que con “Fuego y Furia” se tambalearán seriamente los cimientos del actual equipo presidencial.

Niño, imbécil, idiota o un semianalfabeto que no lee los informes, son algunos de los apelativos que desde su propio entorno se aplicarían a Trump según Wolff. Anécdotas, que pueden dañar el enorme ego del presidente de los EE.UU., como por ejemplo que una fría Ivanka Trump se ríe con sus amigos del implante de pelo de su padre, o su afición a comer comida que pide a McDonald's porque tiene pavor a ser envenenado, dan jugo al libro.

Pero la línea argumental principal estriba en que Trump emprendió su campaña electoral como un medio de publicitarse a sí mismo. Pretendía adquirir fama mundial para abrir su propio canal de televisión y nunca pensó que tuviera la más mínima oportunidad de ganar ante la según él “brillanteHillary Clinton.

Wolff describe a un Trump horrorizado y consternado al conocer su victoria y a una Melania llorando y no de felicidad. En sus cálculos no entraba una victoria. Posteriormente se iría produciendo una transformación en la que Trump llegaría a creer en su capacidad para gobernar. Por eso el día de su toma de posesión se sintió despreciado y enfadado, ya que muchas personalidades de primera fila del país le dieron la espalda.

El siguiente paso fue el de asumir el poder, el presidente no sabía qué hacer. Siempre según Wolff, cuando Katie Walsh, jefa adjunta de la Casa Blanca, les preguntó a Trump y a su asesor y yerno, Jared Kushner cuáles eran las prioridades en cuanto a las actuaciones a seguir en la Administración, ambos se quedaron en blanco. Algo que continuó igual durante seis semanas.

Otro asunto controvertido es el que acusa a Donald Trump Jr. de traidor por haberse reunido con agentes del Kremlin durante la campaña electoral.

En definitiva, quizás Michael Wolff no sea trigo limpio, pero con “Fuego y Furia: dentro de la Casa Blanca de Trump”, que bien podría ser el título de una serie de dibujos manga o de una película de acción, ha conseguido sacarle los colores al presidente de los Estados Unidos en su primer año de legislatura.

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