Podemos encontrar numerosos planes al alcance de nuestra mano en la gran capital, y entre ellos, puedo afirmar que apostar por la exposición fotográfica de Wildlife Photographer of the Year ha sido una de las mejores opciones.

En la exposición podemos ver las fotografías que participaron en el gran concurso. Entre ellas también las finalistas del mismo. Se dividen en varias categorías, pero entre ellas destaca la ''junior'' donde podemos encontrar fotografías realizadas por niños de apenas diez años.

Pero realmente, ¿merece la pena ir a ver una exposición de fotografía?

''Sin embargo, cuando la basura y las aguas residuales comenzaron a dispersarse por la orilla, la criatura se apoderó de este bastoncillo de algodón a modo de ancla.''

Justin Hofman, Estados Unidos

Acabamos de leer uno de los relatos de un concursante, que describe como un caballito de mar vive esquivando todos nuestros residuos: este se topa con un bastoncillo de algodón y lo atrapa con su cola como si fuera un remo.

Pues con total seguridad apuesto por esta exposición.

Los precios oscilan entre los 3 a 5 euros, dependiendo del día que se asista a la exposición, menos que un paquete de cigarros.

La exposición promueve que todos nos paremos un momento a recapacitar para poder deducir que la degradación del medio ambiente es un problema de todos.

Que el pequeño gesto, en realidad hace el cambio, como dice Kase. O: ''Pero todo cambia si dos o mas personas se juntan por una causa justa''.

Los testimonios de experiencias que giran entorno a este problema pasan completamente desapercibidos a nuestros ojos, porque forman parte de nuestro día a día. Nada nos parece raro cuando todo va mal, porque asumimos que no es culpa nuestra y que por tanto no tenemos porque solucionarlo.

Parece imposible la idea de que todo el mundo recicle o que comience a consumir menos plástico. Pero también parecía imposible hablar con tu familia cuando te encontrabas a miles de kilómetros de ellos. Así que podemos poner algo de esperanza en la humanidad, ya que somos una especia habituada a dar confianza.

Por lo tanto, de todo corazón debemos agradecer a aquellas personas que capturan estos momentos tan desgarradores por ponernos los pies en la tierra, hacernos recapacitar aunque solo sea por un par de minutos.

Gracias otro año más por recopilar las maravillosas fotos que han hecho disfrutar a todos los visitantes de la exposición.

Y os recomiendo estar todos bien alerta para pillar las entradas para el año que viene

¡Yo no me lo pierdo!

¿No te gusta lo que digo? ¡No te preocupes no te vas a quedar de brazos cruzados! Aquí te dejo una noticia sobre Madrid y otra sobre cine de animación.