En la localidad de Cañete, en Perú, se celebra cada tercer sábado y domingo de septiembre una festividad bastante querida por los habitantes de la ciudad: el festival de Miaustura, también conocida como "Festival del gato" o "Festival de Curruñao", en honor a Santa Efigenia, princesa etíope que se convirtió en 1995 en la protectora del Arte Negro Nacional en Perú.

Esta celebración religiosa, es de significativa importancia dentro de la cultura de la localidad, más aún ligada al sentido místico que se enmarca alrededor de Santa Efigenia; y si bien es cierto que esta fecha es mayormente celebrada por los cañetanos, miles de peruanos de localidades ajenas a esta, se movilizan hasta la provincia para festejar este acontecimiento cultural muy especial.

La mayor curiosidad de la festividad

La fiesta abraza la música, la diversidad y sobre todo la gastronomía, pues, una de las curiosidades más conocidas sobre esta fecha es la anexión de un ingrediente muy peculiar y peludo a sus platos: los gatos, unos pequeños mininos muy queridos por muchas personas, y quienes jamás pensarían en comerse su pequeño cuerpecito.

Los platos más pedidos, según chefs gatunos suelen ser: gato en salsa de tomate al vino, adobo de gato, gato a la parrilla, seco de gato, entre otros bastante nombrados, que representan un verdadero manjar para muchos peruanos, y, ¿por qué no? para países vecinos.

Estos gatos son especiales, los crían durante años con cuidados adecuados, hasta engordarlos y conseguir las medidas ideales para ser un buen prospecto a la hora de la elección.

Muchos cocineros apasionados explican que el peso ideal es un gato de 10 kilos, luego, proceden a ahogarlos en tanques de agua, quitar su pelaje, desmembrarlos y seguidamente dejarlos toda una noche rebosados en sal para que su carne pueda ablandarse y posteriormente cocerse.

¿Qué hacen las autoridades?

Aunque esta actividad representa un hito histórico y cultural en la localidad, las autoridades y organizaciones protectoras de animales han tomado decisiones al respecto, y el Poder Judicial de Perú prohíbe la cría e ingesta de los gatos como comúnmente se hace en la fecha, en el 2013, asegurando así el respeto a lo animales domésticos y a las políticas de salud pública del Estado.

Sin embargo, desde ese día, esta norma ha sido absolutamente ignorada, pues en el año en curso, la festividad y la preparación de los platos gatunos fueron realizados con total normalidad, siendo, además, uno de los años en los que las 25 preparaciones más comunes, dieron más ganancias que en los años anteriores.

Para muchos, esta noticia representa una verdadera tristeza por el amor y ternura que puede desarrollarse por estos pequeños animalitos, y porque, además, el respeto por los seres vivos debe ser extensivo, sin embargo ¿qué opinas? ¿respetarías esta práctica de la cultura peruana, o, por el contrario, preferirías que las autoridades fueran más severas con quienes disfrutan de este suceso?