Chucho el Roto es personaje histórico, fílmico y novelístico de México, con una interesante vida e intrigante muerte. Este personaje nació en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala. Su nombre original era Jesús Arraiga. En su lugar natal Jesús Arriaga aprendió la carpintería.

Su fama de bandido y estafador, se dice, fue originada por venganza contra Diego del Frizac, millonario francés. Se enamoró de su sobrina Matilde de Frizac, Diego nunca estuvo de acuerdo con esa relación, Jesús Arraiga escapó con su sobrina. Con ella tuvo una hija llamada María de los Dolores.

Fue amenazado por los parientes de su pareja, para alejarse de ella. Por temor a su tío, la muchacha abandonó a Jesús.

Este hombre fue enviado a la Cárcel de Belem en la capital del país, acusado del rapto de su propia hija. Esta cárcel fue un colegio de niñas pobres de ese barrio hasta su clausura en 1862, un año más tarde abrió sus puertas a infractores de la ley. En 1934 fue demolida para la construcción del Centro Escolar Revolución y en la actualidad sigue en la misma función.

Cuentan los relatos que la salida de este personaje de aquella cárcel fue a pie. Disfrazado y con el sombrero y bastón del Presidente de vigilancia salió a plena luz del día. Otros dicen: posteriormente a su encierro, fue trasladado a San Juan de Ulúa.

Esta cárcel tenía fama, no por buena, era una de las más temidas de la época. Sale de prisión dentro de un barril en 1885.

Un Robin Hood mexicano

Desde esa fecha buscó vengarse de Diego de Frizac y otros personajes de gordos bolsillos. Jesús ayudó al más necesitado. Por otro lado no era un lobo solitario, sus secuaces eran conocidos como "La Chana", "Juan Palomo" y "Libreja".

Le decían "Chucho el Roto", ya que vestía como hombre de buen dinero para cometer sus fechorías. En aquella época, un "roto", era aquel de escasos recursos que vestía con buen porte. Zapatos de charol, sombrero para cada ocasión, bastón y trajes de lujo eran algunos de los accesorios de un hombre con buen gusto en aquella época.

Jesús lleva el título de héroe callejero. En la época de sus fechorías, las protestas de la clase obrera y la movilización civil estaban emergiendo. Sus actos eran una respuesta social ante la incompetencia del gobierno. Un rival difícil para las autoridades, era un protegido de los barrios.

Entre sus hazañas más famosas el hurto del reloj de Porfirio Díaz, la máxima autoridad del país en aquel entonces es muy conocida. Tiempo después con astucia y descaro le regaló su propio reloj. Se hizo pasar por el obispo de Linares en una joyería llamada "Sorpresa y Primavera". Seleccionó los objetos más caros y ordenó llevarlos al Hotel San Carlos. Él y sus colegas salieron del hotel antes de que las autoridades pudieran darse cuenta.

Fue capturado en 1894 y encerrado en San Juan de Ulúa. Se cuenta que fue azotado 300 veces causándole la muerte. No se sabe dónde fue sepultado "Chucho el Roto", lo cual acrecentó la creencia de su falsa muerte.

La historia supone que murió a los 36 años de edad. Su hija María de los Dolores y su esposa Matilde, reclamaron los restos de su cuerpo para ser enterrado en México. Sin embargo, antes de darle sepultura al abrir el féretro, se encontraron piedras. Se piensa que fingió su muerte.