Hay en este film una adoración por las ventanas, también las puertas, pero sobre todo los huecos de las paredes, espacios necesarios para el voyeour, y encuentro constante de historias e inspiraciones. Partimos de la pintura, Mujer mirando por la ventana, desde Caspar David Friederich, Sorolla o Dalí... en el Cine, La ventana indiscreta (Rear Window, Alfred Hitchcock, 1954). Mirar al otro, saber del otro; qué es lo que pasa dentro de las casa des los vecinos, dentro de un vecindario... qué pasa por la calle; qué le ocurre al tendero... a la gente.

Este es el principal motor del escritor, contemplar, saber... aunque si fueras Georges Perec, no haría falta salir de tu casa, ni siquiera de un escritorio. El film de Manuel Martín Cuenca (La flaqueza del bolchevique, Caníbal), y basado en la obra de Javier Cercas “El móvil” es una historia de guión y de actores, y esencialmente sobre la mentira y la manipulación, fantásticas dotes para el artista, y sobre todo para el escritor. Ese es el afán de Álvaro, muy bien interpretado por Javier Gutiérrez, y acompañado por Antonio de la Torre.

Manipular para conocer que es lo que ocurre cuando se activa una acción, cuando se empuja a otros a través de la mentira a un comportamiento. Buscar siempre el conflicto, el no...

En esa deriva, pues de viaje pasa a deriva de engaños, como ya ocurriera en films como El golpe, o Nueve reinas, el manipulador es manipulado, o quizás el talento es difícil de conseguirlo, aunque sea trabajando. Hay que ser ladrón, para ser ladrón. Es un film interesante y grato, buena bobina... con algunas imágenes para recordar.