Esta batalla tuvo como principal realizador al ejército español que estaba dirigido por Hernán Cortés que en ese momento viajaba hacia la ciudad de Tenochtitlan, en concreto, en el año 1519.

Esto no lo decimos nosotros, lo dicen ellos mismos en una de las crónicas conservadas. Comunican que en efecto, realizaron esa matanza como movimiento de prevención contra posibles rebeliones. Obviamente, si estás conquistando un lugar, las personas nativas se van a rebelar. Creían que les harían una emboscada dentro de la propia ciudad de Cholula. Sin embargo, sus acciones nunca estarán justificadas.

Lo que se obtuvo de esa horrible matanza fue la muerte de cinco mil cholultecas. La mayoría de ellos no portaban armas para defenderse. No quedó otra que hacerse aliados después de toda la matanza. Es decir, tuvieron que ser sumisos a los conquistadores.

Teoría de la emboscada

Según la crónica de Díaz del Castillo, había veinte mil guerreros mexicas que se encontraban en los alrededores de la ciudad esperando para el mejor momento de atacar. Cholula era una ciudad muy devota al dios Quetzalcóatl y precisamente, todos esos españoles iban a ser el sacrificio para el dios en el teoalli (el templo).

Supuestamente, una mujer anciana desveló los planes de los mexicas haciendo que Cortés supiese de la estrategia.

Los días siguientes a la llegada de Cortés

La matanza no se realizó nada más llegar. Al parecer, los cholultecas se mostraron amables y acogedores con los conquistadores incluso ofreciendo alimentación. No obstante, al tercer día los conquistadores empezaron a percatarse de ciertos gestos que predecían un final desafortunado.

Había hoyos disimulados en las calles para que así los caballos pudiesen tropezar además de que se habían hecho varios sacrificios de niños lo que preveía el comienzo de una guerra.

Es entonces cuando Hernán Cortés juntó a sus hombres además de pedir la ayuda de tres mil tlaxcaltecas. Barajó tres opciones. La primera la de escapar a Huejotzingo, volver hacia Tlaxcala o realizar esa acción bélica.

Al final, se decantó por la tercera.

¿De verdad fue así?

Unos años después se sacó a la luz unas declaraciones del fray Bartolomé de las Casas y el fray Toribio de Benavente donde comunicaban muy severamente lo innecesario que fue esa acción bélica y lo injustificada que estuvo. Este comunicado se conoce gracias a las crónicas que se han conservado hasta la actualidad.