El Cine social tiene una gran tradición en la historia del séptimo arte italiano, en aquel movimiento que se bautizó como neorrealismo y que se caracterizó en reflejar las pobres realidades sociales del país transalpino tras la 2ª Guerra Mundial. Este era un cine valiente que tuvo como máximo exponentes al director Vittorio De Sica con films como El ladrón de bicicletas, Milagro en Milán, El limpiabotas o Umberto D. sin olvidarnos de Roberto Rossellini con Roma ciudad abierta o Paisá. Dicho cine tenía la característica de además de mostrar la miseria de los más desfavorecidos, utilizar actores no profesionales para darle mayor realismo a sus historias.

Algo que Hotel Cambridge pretende recoger e incluso evolucionar.

¿Documental, falso documental o docudrama?

Aunque para denunciar la situación real de los sin techo y del movimiento okupa de Sao Paulo, no hace falta ningún artificio, resulta realmente hábil, como la directora Eliana Caffé, es capaz de recrear situaciones reales a modo de ficción de la FLM (frente do luta por morada/frente de lucha por vivienda) y los desfavorecidos sociales. En el Hotel Cambridge, se recrea la convivencia entre refugiados internacionales (palestinos, colombianos, congoleños, etc...) y sin techo paulistas. Dicha convivencia resulta idílica dentro de las desgracias de unos seres humanos a los que se les niegan sus principios más básicos.

Con una gran habilidad muestra la organización que existe entre los habitantes de este edificio a punto de desalojarse a la fuerza por el gobierno. Vemos el día a día, el trabajo, sus tiranteces, todo ello mostrado de manera entrañable y con mucho sentido del humor. Podemos contemplar sus miserias pero también sus sueños y ambiciones intrínsecas a cualquier persona.

Recuerda en varios momentos a otra película italiana aunque más tardía: Brutos, sucios y malos de Ettore Scola, por su gran descaro y frescura.

Tiene momentos memorables, como cuando la FLM ocupa otro edificio para ayudar a otros sin techo sin alojamiento. Una vez dentro y la misión completada, Hassan, uno de los protagonistas y de origen palestino, da las gracias por haberle dado la oportunidad de "ocupar" algo, cuando su propia tierra está siendo ocupada.

En ese mismo momento, Carmen da Silva, responsable de la plataforma, que se interpreta a si misma recuerda, que ellos están haciendo el trabajo sucio del gobierno, limpiando y adecentando lo que ellos no hacen y procuran mirar hacia otro lado.

La realizadora utiliza también imágenes reales alternadas con los momentos dramatizados. Concretamente varias de estas son del verdadero desalojo del Hotel Cambridge, en las que la misma policía va armada hasta los dientes para expulsarles de su refugio de exclusión social. Algo absolutamente brutal que está perfectamente incluido en el film como colofón y clímax al relato.

El largometraje es tremendamente innovador y de gran calidad. Lejos de recrearse en el drama, intenta llevarlo por la vía del optimismo y resulta muy entretenido y por lo tanto muy recomendable a muchos públicos.

Esta realidad en España

Al terminar la proyección, se produjo un debate ayer en La Cineteca, en Madrid que fue moderado por Pedro Martín Heras, de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) en el que intervinieron, Rafa Mayoral de Podemos, Carlos Bercial, también de la PAH, Patricia Colón de SOS Refugiados y Oscar Salguero del Grupo de estudios antropológicos La Corral.

En esta charla se tocaron muchos temas importantes tratados en la película, principalmente extrapolados a la actualidad española. Se habló de que quizás el film idealiza una situación realmente dura sobre lo que ocurre, aunque se muestra con gran realismo la organización que existe del movimiento okupa. Oscar Salguero quiso recalcar que los protagonistas de la película, afortunadamente han terminado realojados en otro edificio de Sao Paulo, llamado 9 de Julio.

Rafa Mayoral por su parte, recordó la criminalización que se hace en nuestro país de los sin techo y los okupas, por parte de partidos como el PP, Ciudadanos o el PNV, para encubrir los llamados fondos buitre, donde el titular de los edificios no paga impuestos, algo que se exige a las demás personas y especialmente a las afectadas por la hipoteca.

Patricia Colón, relató su experiencia en Grecia, en el llamado Barrio Anarquista, donde sus miembros funcionan a la perfección autogestionándose en un territorio muy pequeño, donde la policía solo interviene en casos de tráfico de droga, algo que rechazan totalmente los propios miembros de dicha comunidad.

Hubo el testimonio de uno de los asistentes que contó su propia y desafortunada experiencia reclamando desde hace más de quince años una vivienda a la Comunidad de Madrid sin éxito, que fue muy aplaudido.

Nunca está de más ver cine que despierta las conciencias y en este caso, el film de Eliane Caffé cuenta una desgraciada y actual realidad con mucha habilidad para llegar a todo el mundo. Muy recomendable.