El detalle desapercibido

Los arqueólogos están empezando a revelar el secreto oscuro de esta máscara. Es uno de los objetos más icónicos del mundo, pero hay más de lo que se ve a simple vista. La gente lo observa por el glamour sin profundizar en el objeto. Si lo analizamos bien, en la zona facial hay señales de remachado y también de que ha sido soldada. Es más, dentro de la máscara, donde no se para mucha gente a mirar, hay una pequeña prueba de que la máscara tiene algo inusual.

Es una prueba de cómo los antiguos artesanos unían la parte frontal que representa la figura de Tutankamón con el tocado que lleva por detrás.

A simple vista no nos fijamos demasiado y pensamos que son la misma pieza, pero no es así. Hay varias partes de la obra donde se pueden ver marcas de unión, justo donde la cara se une al nemes (el tocado funerario).

Si analizamos la máscara con más detalle, podemos saber que fueron manufacturadas por separado, el tocado y la cara. Por otra parte, el tocado tiene incrustaciones que están hechas de vidrio coloreado. Sin embargo, las incrustaciones azules, las cejas y las líneas de maquillaje están hechsa de lapis lazuli. Son parecidas, pero están realizadas con materiales diferentes.

Esto es algo poco común porque normalmente cuando se tiene un objeto se suele utilizar el mismo material. Esto sugiere que se hicieron en momentos distintos.

Además, las orejas está agujereadas. Se sabe que solo las mujeres y los niños llevan las orejas agujereadas si se compara con otras obras del Antiguo egipto. En el caso de los faraones adultos, no llevaban ningún tipo de agujero en el lóbulo de la oreja.

El enterramiento de Tutankamón

¿Esto qué puede sugerir? Los que enterraron a Tutankamón, lo hicieron pasar por un tocado de hombre.

Quizá aquí os quedéis confusos. Las orejas no iban con la cara, sino que iban con el tocado lo que quiere decir que si el tocado llevaba agujeros había sido pensado para una mujer o en su defecto un niño. Aunque por el tamaño diríamos que para mujer.

Cuando se encontró esto en la tumba, los lóbulos estaban disimulados mediante un baño de oro.

Al juntar todos estos datos descubrimos que teóricamente la máscara no fue diseñada para Tutankamón y que la cara fue cortada en cierto momento y reemplazada por la de Tutankamon. Es decir, todo menos la cara pertenecía a otra persona y es por eso que pensamos que es de Tutankamon ya que la cara es lo más representativo cuando miramos a una persona.

Era una mujer porque se sabe que solo llevaban pendientes ellas y los niños, y los egipcios siempre han sido muy fieles a sus tradiciones artísticas.