Aunque nos parezca totalmente confuso e incluso extraño, existe un papiro que afirma el matrimonio entre Jesús y María Magdalena. No es una novedad dentro del mundo de la historia aunque no se ha profundizado demasiado. La profesional que ha desvelado este gran descubrimiento se llama Karen King y data el papiro del siglo IV. Está escrito en copto y aunque está mal conservado, es un papiro auténtico que puede llegar a pertenecer a un evangelio gnóstico del siglo II después de Cristo.

María Magdalena, una gnóstica

En ese papiro hay unas pocas frases que desvelan datos que impresionan al público.

En una de ellas el propio Jesús mantiene una conversación con sus discípulos y habla de María Magdalena como "mi mujer". Luego hay otra más que afirma que Jesús veía como igual a su mujer diciendo "Ella puede ser mi discípula también".

Esto nos lleva a pensar que María Magdalena era gnóstica, la teología que estuve al nivel de la de Pablo de Tarso cuando comenzaba el Cristianismo, pero que como muchas otras acabó siendo condenada por la Iglesia, manteniéndose en el poder la teología de la cruz de Pablo. Esta teología de la cruz que comentamos, se basaba en el judío que perseguía el Cristianismo y que más tarde se convirtió al Cristianismo y pasó a perseguir a los judíos. Él decía que en el pecado residía el mal del mundo mientras que para los gnósticos era al contrario: la falta de conocimiento es de donde nace el mal.

En definitiva, son dos caminos religiosos muy diferentes.

La salvación

Poco le faltó al gnosticismo para ser el nuevo camino cristiano. Sin embargo, no lo consiguió y fueron perseguidos siendo quemados los evangelios gnósticos. No obstante, tenemos la suerte de que no todos fueron quemados ya que el Evangelio de María Magalena se salvó, por ejemplo.

Éste se salvo gracia a que unos monjes lo escondieron a tiempo y así pudieron llegar hasta nosotros.

Aunque son poco conocidos y renegados por la Iglesia del Vaticano. En estos escritos se muestra a María Magdalena como una de las mejores discípulas de Jesús. Esto hizo que Pedro tuviera celos de ella que iban creciendo al escuchas a otros discípulos decir que era a ella a quien Jesús le confiaba sus más grandes secretos.

El beso entre María Magdalena y Jesús

Para terminar, en el evangelio de María afirma que a Jesús le daba besos en la boca que podemos interpretar no solo como una acción amorosa, sino como una de las bases del gnosticismo donde el conocimiento se traspasaba mediante el beso. Por otra parte, existen más datos que hacen más sólido el argumento de que María Magdalena y Jesús estaban casados. Estos se sacan de los evangelios ya que una vez resucita Jesús, no se hace visible ante Pedro y sus demás discípulos (que es lo que la mayoría pensarían), sino que lo hace a Magdalena, teniendo en cuenta que en aquellos tiempos una mujer no podía hacer de testigo. Precisamente por esto, Pedro no termina de creer las palabras de María Magdalena y se acerca a la tumba de Jesús para verificar la confesión de María.