Diógenes de Sinope, también llamado Diógenes el Cínico, fue un filósofo griego que formó parte de la escuela cínica. Él nació en Sinope, como su nombre indica. Era una colonia situada cerca al mar Negro. Vivió en el siglo V y IV a.C. No llegaron fuentes a la actualidad salvo una que escribió Diógenes Laercio llamada Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres.

Introducción a su vida

Este filósofo tuvo que marchar de la ciudad en la que nació y se fue a Atenas. Es allí donde se convirtió en el alumno de Antístenes que, a su vez, fue el alumno más antiguo del famoso Sócrates.

Para Diógenes, vivir rodeado de pobreza y sin lujos era la mayor virtud. Se dice que vivía en una especia de barreño teniendo como únicas pertenencias una manta, un báculo y un cuenco del cual terminó prescindiendo y comenzó a utilizar sus manos.

Los perros y Diógenes

Se conocen algunas anécdotas de este filósofo. Tratan en su mayoría sobre su personalidad y comportamiento como a los de un perro, además de ver en ellos una gran fuente de virtudes. Esto tiene que ver con el inicio de la palabra cínico, que tiene dos principios aludiendo en el primer caso al maestro de Diógenes, que fundó la escuela donde enseñaba filosofía en Cinosargo y cuyo significado es perro ágil o perro blanco (kyon argos).

Por otra parte, se refiere al comportamiento tanto del maestro como del alumno ya que se parecía al de un perro y, de esta manera, las personas los llamaban kynikos, que es la adaptación de kyon (perro) en adjetivo, por lo que los llamarían algo parecido a perrunos.

Muerte de Diógenes

La muerte de Diógenes no se puede saber con exactitud pero sí se barajan ciertas opciones aunque lo dicho, nada que se pueda verificar.

Unos dicen que murió de un cólico al darle una grave indigestión por comer un pulpo vivo. Sin embargo, el historiador César Cantú dice que murió debido a una caída de caballo después de que un perro con los que solía estar le mordiera un tendón cuando intentaba repartir un pulpo.

Para finalizar, se dice que sus última palabra fueron: "Cuando me muera, echadme a los perros.

Ya estoy acostumbrado". Muchos lo recuerdan como una figura llena de sabiduría y los corintios llegaron a erigir una columna de mármol con la estatua de un perro descansando.

Síndrome de Diógenes

De este filósofo surge el denominado Síndrome de Diógenes. Es un trastorno del comportamiento que se define por la desgana personal y social. Las personas que lo sufren tienden a aislarse en casa y a acumular basura.