La técnica de los paños mojados no es cosa de tres días y es que ya se utilizaba en la Antigua Grecia. Precisamente, los griegos la tenían como un técnica virtuosa ya que era de verdadera dificultad representar la ropa mojada a su vez marcando la anatomía del cuerpo. No solo buscaban representar la ropa mojada sino que era un juego de Sensualidad por la que sin representar un cuerpo desnudo, podían vislumbrar a medio camino el cuerpo desnudo. Para conseguirlo había que tener mucha delicadeza y pulir el mármol. Para que os hagáis una idea, Fidias ya había utilizado esta técnica en los relieves del Partenón.

El escultor rococó

Sin embargo, dejamos la Antigua Grecia para movernos hacia el siglo XVII y XVIII en Italia donde nació Antonio Corradini, el creador de la obra magnífica de la portada llamada La Pudicizia. Este escultor tendrá un estilo rococó que tiene como base ser un arte cortesano e individualista, caracterizado por la predominancia de la mitología, la representación de los cuerpos desnudos exóticos y sensuales. En concreto, se representan temas temas amorosos.

Dónde se encuentran sus obras

Podremos encontrar sus obras en el altar de la Basílica de San Marcos en Venecia, un enclave maravilloso no solo por el entorno con un atractivo único sino por la majestuosidad de la basílica. Por otra parte, su obra San Marcos el Evangelista se encuentra en el Museo Correr.

La mujer con velo que es la de la portada, se encuentra en el Louvre de París ya que es una de sus esculturas más destacadas. El sepulcro de San Juan reside en la Catedral de Praga. En Roma se encuentra la Vestal Tuccia, concretamente en el Palazzo de Barberini. En el caso de Nápoles donde estuvo viviendo, realizó el Monumeno a Giovanni Francesco de'Sangro.

Otros detalles

Si bien son muy conocidos otros escultores como Bernini con una anatomía que roza lo real y una capacidad para transmitir movimiento impresionante, Corradini no se queda atrás. Es cierto que quizá no destaca en los mismos puntos fuertes de Bernini pero no podemos dejar de lado sus gran habilidad para realizar paños mojados, una técnica que, como comentábamos al inicio, requiere de un dominio increíble.

Y en el caso de Corradini aprueba con excelencia el desempeño ya que es capaz de transmitir sensualidad y erotismo a la vez que podemos percibir como los ropajes de adhieren bien al cuerpo, marcando así su anatomía.